En estos días no me estoy despidiendo solo de 2015. Me estoy despidiendo de 2014 también. Me despido de una etapa…la más intensa, maravillosa y difícil de mi vida.
Lo que quiero para los próximos años es mantener lo intenso y maravilloso y reducir lo difícil. Así de claro. Porque me he dado cuenta, y este es mi principal aprendizaje, de que:
Quizá esté profundamente equivocada.
Y voy a hacer lo posible por demostrarlo. Quizá esté equivocada en esto que mi amigo Carlos compartió conmigo hace varios meses a través de aquella encuesta que lancé:
Me hace gracia cómo una de tus creencias más arraigadas impregna toda tu vida y tu visión del mundo, pero incluso eso es inspirador. Porque también nos pasa a todos. Me refiero a la cultura del esfuerzo, y del deslome como única vía, que llevas tatuada desde la cuna. Y sí, muy a menudo lo es. Pero yo, que soy un vago, sé que a veces existen atajos. Tú los llamas serendipias, pero sólo funcionan si crees que pueden existir.
BAM!! In.Your.Fucking.Face.
Carlos no lo sabe, pero leer esto me dejó mirando al infinito y sonriendo durante 10 minutos, con las palabras «solo funcionan si crees que pueden existir» retumbando en mi cabeza, y haciéndome la siguiente pregunta:
¿Y si el deslome no es la única vía? ¿Y si el deslome no es la única vía?
¡¡¡¿Y si el deslome no es la única vía?!!!
Pues yo siempre he creído que si, pero durante este próximo año estoy decidida a demostrar que estoy profundamente equivocada y que, entendiendo el sufrimiento y los días de mierda como parte indisociable de la vida, puede haber otras vías algo más fáciles.
Esto me va a obligar a tomar decisiones que me aterrorizan y que van a hacer que algunas de mis principales percepciones sobre el mundo y sobre mi misma se tambaleen.
¡¡OU YEA!!
Se me pinza el estómago solo de pensarlo 😀
Va a ser un ejercicio interesante y te recomiendo que lo hagas tú también => Cuestiona tu principal visión sobre el mundo y sobre ti, y hazte esta pregunta:
¿Y si no es verdad?
Además, he aprendido que…
La energía se agota.
También la mía. Esto puede parecer de perogrullo, pero realmente pensé, ilusa de mi, que era un ser incombustible. Pero tuvo que llegar una personita verdaderamente incombustible a mi vida a enseñarme que no lo soy. Se llama Sirah y es mi hija pequeña 🙂
Y este aprendizaje, el de saber que mi energía se agota, implica establecer nuevos límites en mi vida con asertividad y cariño, y realizar cambios en la forma en la que me relaciono con mi entorno. Es decir, si yo se que mi energía no es inagotable, no puedo seguir operando en el mundo como si lo fuese.
Esto también me va a ayudar a no crear expectativas tan altas en las personas; a no dar la sensación de que siempre puedo estar ahí, porque la realidad es que no siempre puedo y esas expectativas terminan haciéndome mucho daño.
Y este es un ejercicio muy sano que también recomiendo hacer. Te dejo con tres preguntas:
- ¿Cual es el principal límite que necesitas dibujar en tu vida?
- ¿Cual sería el primer paso para empezar a dibujarlo?
- ¿Qué cambiaría si lo hicieses?
Dale una vuelta 😉
Y por último…
Quiero celebrar más.
Mucho más. Y es que tengo tanto que celebrar que a veces no se por donde empezar, y mi aprendizaje aquí es que, para celebrar, hay que parar.
Si pudiese transmitirte un pequeño porcentaje de la huella que mi trabajo ha dejado en el mundo durante este tiempo, se te pondrían los pelos de punta.
Y esto es algo que me gustaría celebrar más a menudo.
Porque siempre he pensado que expresar gratitud por ello era suficiente. Pero no. Siento que tengo que dar un paso más allá…un paso que se traduce en tener más tiempo para mi; en ponerme las pilas para cuidarme más; en estar más presente en mi entorno más cotidiano; en recuperar algunas de mis aficiones…Es como si celebrar pasase, necesariamente también, por celebrar-me.
Como ves, mis tres aprendizajes están muy relacionados entre sí, y tengo la sensación de que, pasada la vorágine, este año va a ser un año de reencuentro conmigo misma. De parar…para verme desde fuera y desde dentro. Parar para volver a conocerme.
Y, bueno, como conclusión puedo decir que he sido muy feliz, y que he dado y he recibido tanto amor durante estos dos años, que ahora ya no sabría vivir de otra forma.
Va a ser un proceso interesante del que voy a extraer aún más aprendizajes, espero que me acompañes.
Muchas gracias por seguir aquí conmigo.
Mariluz Ortega (Morgana) says
¡¡¡ Feliz Año Nuevo !!!
(Me ha encantado lo del «deslome»… 😉 )
Hana says
Ains, es que es una descripción muy gráfica :)) Feliz año querida!!
Liz Leandra says
Feliz Año Nuevo 2016 Hana, Randa, Sirah y papá.
Hana says
Feliz año nuevo Leandra! :*
Pak Escudero says
Entrañable video, Hanita.
Tienes motivos mas que suficientes para celebrarte, por tanto, no te pares, ¡Por Dios y todos los santos buenos!, no malgastes tu tiempo de vida, recupera todo lo que te guste, cuídate, celébrate y deléitate mirándote al espejo para verte por fuera y siente los valores tan bonitos que tienes.
Feliz vida para ti y tu familia.
Hana says
En eso estamos querido Pak!!! 🙂 Gracias y feliz año!!
Christine says
Feliz 2016 a ti también Hannah !!! Un besote muy gordo,
Christine
Hana says
Hola Christine!! Que ilusión verte por aqui 🙂 Feliz año para ti y tu familia bonita :*
Antoni says
Me encantó tu post. Yo en este momento estoy realizando formación en PNL y me estoy dando cuenta de hasta que punto todos tenemos creencias limitantes o que condicionan nuestra vida en muchos aspectos.
Me gusta tu honestidad y la conclusión a que has llegado. Te deseo de corazón que tu vida durante el próximo año sea una celebración de la propia Vida en mayúsculas, y que esté tan lleno de Amor como dices han estado estos dos últimos.
Un abrazo y una feliz entrada de año nuevo!
Hana says
Muchisimas gracias por tus palabras Antoni, y bienvenido a este Circo 🙂 Estoy de acuerdo contigo en que, independientemente de lo seguros que nos sintamos, siempre se pueden encontrar creencias peleonas que merece la pena observar…
Un abrazo fuerte y todo lo mejor para este año recién estrenado!!
Isabel says
Feliz Año Nuevo!!!
Intuyo que este nuevo año viene cargadito de magia. Claro que hay que creer en ella y tomarse el tiempo de parar para estar uno consigo mismo.
Un abrazo
Hana says
Feliz año Isabel!! Por supuesto que hay que creer en ella…es la única forma de crearla 😉
Luis Martín says
Feliz año 2016 para ti,Hana, y para tu familia. Me has hecho pensar en que creo que yo también necesito parar para poder mirarme y reconocerme. Pensativo en eso, y en muchas otras cosas. Gracias.
Hana says
Me alegro de que te haya impulsado a reflexionar Luis…espero que me cuentes tus conclusiones Gracias por tu mensaje 🙂
Eva Navarro says
Feliz 2016 Hana! Me ha encantado tu post porque es justo lo que quiero conseguir este año: reencontrarme. Y de paso me has enseñado que para eso voy a necesitar esos límites de los que hablas… Gracias una vez más Hana por ayudarme a abrir los ojos y buscar el sendero. Eres maravillosa!!
Un besazo
Hana says
Gracias a ti Eva!! Muy feliz de haberte aportado querida :))
olga says
Buena reflexión.
La tuya y la que te llega de Carlos y provoca esa reflexión.
Comparto eso de los atajos y las serendipias…que pasan ante tus narices sin que las veas si no es que te importan o te importa hacer algo con ellas.
Asi que de entrada no calificaria eso como «ser vago» sino tal vez….¿optimizar recursos? 🙂
En serio.
Vivir sin pensarse a uno mismo en lo que necesita para uno mismo puede hacer que desperdicies los muchos o pocos recursos que tengas y para al final llegar a casi nada.
«Cultura del esfuerzo» ¿Y en realidad eso que es?
Porque para nada es lo mismo en mi familia que en otra que no tenga que ver con la mia pero al final uno vive tal y como le inculcan que debe hacerlo.
Por lo menos hasta tener herramientas para ir más allá y en eso no ser «vago» si de alguna manera atisbas que eso te servirá mucho más.
Diria que quien escribió eso de los atajos no ha sido en absoluto «vago» para él mismo porque si ha llegado a esa conclusion es que «se ha pensado» y no poco.
Lo de la cultura del esfuerzo a mi me parece quasi imprescindible hasta donde educamos a los niños para que tengan claro que nada se consigue sin hacer nada. Y asi puedan ser adolescentes y adultos con metas y retos y no adolescentes y adultos perpetuamente inmóviles por eso que llaman «baja tolerancia a la frustración».
O sea….acostumbrados a que todo les llegue «porque si», «porque simplemente lo desean», «lo merecen»…
Asi que hay una parte de esa cultura del esfuerzo que a mi me parece imprescindible inculcar, enseñar, permitir, educar….cómo sea que deba definirse.
Sin que necesariamente uno deba vivir obsesionado en que si no es médico por provenir de familia de médicos…su vida ya nunca jamás tendrá sentido.
Por mucho que sea un negado para ser médico pero seria un excelente bailarín …si su entorno le machaca con que lo que tiene del todo sentido es más y más esfuerzo y lo conseguirá…Error.
¿No tendria mucho más sentido que ese esfuerzo lo enfocase en el esfuerzo-que-ni-casi-es-tal-cosa porque disfruta cada minuto que baila?
Sobre eso que llaman cultura del esfuerzo o…»saber lo que cuestan las cosas» y a raiz de este comentario de Hanna he recordado unas navidades de mi infancia en que mi hermano debia de tener 7 años y yo 11. (de eso hace más de 30)
Veia a «señores» recogiendo botellas de cava y cartones y vendiéndolas en el trapero de dos calles más allá.
Le pregunté a mi madre si me dejaba su carro de la compra para hacer eso mismo y con las advertencias pertinentes mi madre dijo que si.
Asi que durante unos cuantos dias esas navidades nos dedicamos mi hermano y yo a recopilar y vender para conseguir los regalos que los Reyes Magos no nos podian traer.
En realidad la cultura del esfuerzo no es algo negativo sino interfiere con otras cosas de lo que importa en la vida.
En realidad y desde que nacemos estamos rodeados de exigencias que no son necesariamente nuestras.
La «cultura» de ser muy buen estudiante….Y asi tener un gran futuro.
La «cultura» de a cierta edad no ser un rarito si no tienes pareja.
La cultura de a toda costa embarcarte en una hipoteca
La cultura de que si tienes pareja hetero….¿Cómo es que no teneis ya hijos?.
La cultura de que se te pasa el arroz y pareja hetero o no…Es que hay que tener hijos o en esta vida has «circulado» y poco más porque si no dejas nada ya me dirás si ha tenido sentido tu vida…
Hay taaaantos y tantos supuestos, elecciones, caminos, alternativas….felicidades, al fin. Que tendriamos que pasar tanto por alto y que no nos condicionen si quien vive nuestra vida somos nosotros y no quien sea que opine en base a la suya.
Obvio que para quien vivir en pareja y sin un vinculo avalado por la iglesia se vive en pecado y lo que menos importa es la felicidad.
Pero esa es «su cultura» de lo que es una pareja, el amor, el compartir..
Que ni para nada es la mia ni me condiciona.
Y es que -opino hace mucho- ha de ser asi para cada uno y en todo momento.
Por mucho que para tus padres prime la cultura del esfuerzo. O el que si no es por la iglesia una pareja no es tal cosa. O que sin un puesto de trabajo acorde a tus estudios es que has fracasado en la vida, o…
Al final es uno mismo quien cada dia vive con uno mismo y sabe (ni que sea sin atreverse no ya a gritarlo sino a plantearse sin con ese deseo «traiciona» algo muy arraigado) lo que le hace feliz.
Copio un texto que me llegó por fb en forma de foto y me parece un muy buen resumen de a que «culturas» cuestionar por ancestrales que sean.
«De repente todo se vuelve tan simple que asusta. Perdemos las necesidades, se reduce el equipaje. Las opiniones de los demás, son realmente de los demás, incluso si son sobre nosotros; no importa. Abandonamos las certezas porque ya no estamos seguros de nada. Y no nos hace falta. Vivimos de acuerdo con lo que sentimos. Dejamos de juzgar, porque ya no hay bien o mal, sino más bien la vida que eligió cada uno. Finalmente entendemos que todo lo que importa es tener paz y tranquilidad, es vivir sin miedo, es hacer lo que alegra el corazón en ese momento. Y nada más.
Cuando descubrimos todo eso es cuando llega la satisfacción plena. La verdadera felicidad.»
Es vivir sin miedo.
Es hacer lo que alegra el corazón en ese momento.
Y nada más……
Hana says
Que sabias palabras de nuevo Olga 🙂 Estoy de acuerdo contigo en transmitir a los peques valores positivos asociados al esfuerzo es necesario, pero hay que ver donde está el límite, y se puedan aprovechar también las serendipias.
Me ha gustado mucho esta frase: ¿No tendria mucho más sentido que ese esfuerzo lo enfocase en el esfuerzo-que-ni-casi-es-tal-cosa porque disfruta cada minuto que baila?
Creo que ese es uno de los secretos para vivir una vida plena, enfocarte en tus fortalezas, para desarrollarlas, en lugar de hacerlo en todo aquello que te falta.
Yo también vi ese texto hace tiempo…cada uno llegamos a ese punto en algún momento de nuestra vida, el problema es que casi siempre sucede demasiado tarde.
Un fuerte abrazo y muchas gracias!
Ana Vico says
Waw Hana, me has dejado con la cabeza patas arriba.
Yo también soy de cuestionarme aspectos que damos por supuestos pero ese texto de Carlos me ha trastocado y creo que las tuercas que he perdido por el suelo no las voy a volver a encontrar.
Voy a darle unas buenas vueltas al tema…
Gracias por compartir tus pensamientos y por movernos un poco (más). Feliz año y tómate tu tiempo para celebrar y mimarte como te mereces.
Hana says
Hola Ana!! Me alegro mucho de que este post te haya generado algunas reflexiones interesantes! 🙂 Yo sigo con mi decisión de demostrar que estoy equivocada!! ^_^ Un abrazo!!