Vivimos constantemente tomando decisiones, por mínimas que sean: tomar café o té, ir en coche o en bici, ponerte manga corta o larga… Nos pasamos el día tomando decisiones ínfimas que determinan nuestro día a día y, este tipo de decisión, no suele ser complicada de tomar porque, básicamente, hay muy poco en juego.
Pero la cosa cambia cuando la decisión puede hacer que tomes un rumbo u otro en tu vida. Es entonces cuando podemos empezar a sentir incertidumbre, indecisión y que esta situación se convierta en un tanto agobiante y angustiosa.
Es normal tener dudas, sobre todo, cuando vamos a cambiar de vida o cuando vamos a embarcarnos en un proyecto nuevo que no dominamos y que no controlamos del todo. Esto nos produce tener que salir de nuestra zona de confort, un paso que no siempre resulta fácil de hacer y que, antes de darlo, suelen aparecer temores e inseguridades internos.
Pero tenemos que luchar contra esta situación. Es natural que tengamos dudas pero si algo está claro en la vida es que si no lo intentas, nunca lo sabrás. Por tanto, te recomiendo que abraces tus dudas, que las tengas en cuenta pero que las superes para permitirte dar ese paso que, en el fondo, sabes que tanto quieres.
Motivos por los que cuesta tomar decisiones
A continuación voy a descubrirte los motivos principales que hacen que la toma de decisiones no sea una tarea fácil. En estos motivos está muy influenciado nuestro estado anímico así como nuestra autoestima. Son los siguientes:
- Miedo a la novedad. Salir de la zona de confort nunca es fácil porque nos adentramos en un mundo que no controlamos al 100%, algo que nos hará sentir miedo y dudas.
- Inseguridades: es difícil tomar decisiones cuando no estás del todo seguro de ti mismo. Es importante que creas y confíes en ti para, así, permitirte dar ese paso que tanto estás deseando.
- Comodidad: se está muy bien viviendo tranquilo y haciendo siempre lo mismo. Pero ¿no crees que ya va siendo la hora de probar cosas nuevas y de redescubrirte?
- Falta de autoestima: muchas veces, la incertidumbre o la indecisión aparecen porque no nos queremos suficiente y creemos que no vamos a poder con la nueva situación, que no vamos a encajar, que es demasiado, etcétera.
Deja una respuesta