Muchos hemos escuchado sobre el fracaso, incluso es posible que le tengas miedo a todo lo que supones que esa palabra engloba. También es probable que muchas veces te hayas sentido fracasado o todos los días te motives a ti mismo pensando que el fracaso no es una opción en tu vida. Lo cierto es que mucho hablamos de fracasar y la mayoría de las personas sabe muy poco de este verbo. ¿Conoces tú la definición de fracaso? Te invito a descubrirla a continuación.
¿Qué es el fracaso?
Fracasar es no conseguir el resultado previsto o deseado de algo que hemos hecho o nos hemos propuesto. Por ejemplo, empezar una dieta, cumplirla dos meses y luego abandonarla y engordar 5 kilos más. En ese panorama se podría decir: “fracasó en la dieta que comenzó hace dos meses”.
También hay quienes definen que el fracaso es no obtener lo que pretendemos en cierta actividad. Un ejemplo de esta definición puede ser cuando nos preparamos para una maratón, corremos todos los fines de semana durante seis meses y resulta que el día de la competencia no rendimos lo suficientes y no podemos alcanzar la meta.
Lo cierto es que son muchas las maneras en que podemos definir el fracaso y todas llevan a una misma conclusión: fracasar es no lograr que lo que queríamos. Pero, te pregunto, ¿en alguna parte de la definición de fracaso dice que fracasar es malo? No, ¿cierto? Entonces por qué nos empeñamos en temerle al fracaso, en luchar contra él y en mal llamar a las personas con esa palabra como si fuera una ofensa.
La connotación negativa del fracaso nos la ofrece nuestra mente, que se siente afectada emocionalmente porque no sucedió lo que tanto esperábamos, y la sociedad. Con el paso de los años se han creado tantos estereotipos que los seres humanos muchas veces luchan por ser parte de un estrato al que simplemente no pertenecen y, lamentablemente esto les hace sentir fracasados. La próxima vez que te sientas así recuerda esta definición y elimina ese concepto errado que tienes en tu cabeza. Recuerda, del fracaso resultan las mejores oportunidades de la vida. ¡Nunca habrá razón para no volverlo a intentar!
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