Están pasando muchas cosas en mi vida últimamente. Una transformación salvaje en todos los sentidos.
Y de esta transformación ha surgido un nuevo propósito para mi vida. Que he aceptado con los brazos abiertos. Con miedo y una ilusión tan intensa que podría explotar.
Siento que ya no hay vuelta atrás. Lo siento en la tripa y en el último poro de mi piel.
Y también siento que este propósito ha llegado a mi. Yo solo me he limitado a seguir los pasos que te cuento en este video para encontrarlo.
Y de carambola, he identificado también el proceso exacto que he seguido para llegar hasta aquí, y es lo que comparto contigo hoy: cómo puedes encontrar un propósito de vida a los 40 años. Y a los 50. Y a los 20.
Dale al Play, y cuéntame en los comentarios qué te ha parecido el video, y si puedes reconocer un patrón parecido en tu vida. ¡Ah! Y si lo compartes te estaré infinitamente agradecida 🙂
TRANSCRIPCIÓN DEL VIDEO
¡Hola y bienvenidos a un nuevo VideoViernes en Hana Kanjaa TV. Un VideoViernes en el que voy a compartir el proceso que te permitirá encontrar tu propósito de vida a los 40 años.
Hace tiempo publiqué un VideoViernes en el que decía que yo no había encontrado mi propósito de vida…y aún más, que tampoco tenía especial intención en descubrirlo.
Creo que a medida que vamos cumpliendo años vamos aprendiendo cosas, descubriendo cosas, lugares personas…vamos creciendo. Pensar que nacemos con un solo propósito inamovible y grabado en piedra, es un concepto aburrido y simplón.
Yo acabo de descubrir un propósito de vida. Una dirección, un camino que me pone. Es algo que ha llegado a mi poco a poco. Y como ha llegado a mi te lo cuento en un rato.
Ahora te cuento que hace unos años viví una especie de crisis existencial post-maternidad.
Verás, yo de muy joven era una bohemia, friki que leía ensayos filosóficos con 16 años y se iba sola a ver pelis checas en VOS.
Después me dio por viajar. A saco. Y me di una vuelta al mundo.
Después me dio por los deportes de riesgo. Y llegué a lo más alto.
Después me quedé embarazada y viví unos años . La maternidad es como un agujero que te absorbe, y te remueve, y de da vueltas, y inside-out, upside-down, a no se cuantas revoluciones por minuto…Y ese agujero es lo más maravilloso del mundo, pero la realidad es que algunas veces ya no sabes ni quién eres. Y de repente, llega un día en el que tus hijas ya son algo más mayores, y sacas la cabeza…y miras a tu alrededor, y ¿a mi? ¿Qué me gustaba hacer? ¿Qué me gusta hacer ahora?
Y ahí es cuando nos obsesionamos con el propósito de vida. “¡¡Dios, tengo 30 años/tengo 40/años y no sé qué hacer con mi vida!!” “¡¡Estoy desperdiciando mi vida!!” “¡¡Qué horror!! ¡¡Voy a morir amargada!!”
STOP THE FUCKING DRAMA.
No hace falta que encuentres un propósito de vida. Con un reto, un camino, una dirección es suficiente.
Y verás, hay una palabra importante en lo que acabo de decir: reto. Eso de lo que huimos como si fuese agua hirviendo.
Quizá haya un reto que estás evitando, porque cuando piensas en ello te achantas. Y que te achantes es muy buena señal, así que la forma de encontrar un propósito de vida, es ese mismo. Dale una oportunidad.
Volviendo a la historia, entonces, yo me preguntaba esto, ¿qué es lo que me gusta ahora? Pero en lugar de atormentarme, decidí fluir. ¿Y qué significa fluir? Pues ir probando cosas, y sobre todo, siendo consciente de cómo me hacían sentir.
¿Y a mi? ¿Me ha gustado la montaña toda la vida? No. La montaña me ha dado siempre bastante igual. Pero, eso no me impide estar atenta a las señales, y entender que el resto de mi vida es una cosa, y la mujer que soy ahora es otra cosa.
Eso me permite explorar opciones desde la curiosidad. No desde la presión. ¿Ves la diferencia?
Entonces, heme aquí. Hace dos veranos, con 40 años y sin ningún interés por la montaña, planeando unas vacaciones en los Pirineos. Nos hacemos algunas rutas. Lo disfruto mucho.
Hasta aquí todo normal.
Pero al verano siguiente planifico otra vez unas vacaciones en el Pirineo. Sin ninguna expectativa o losa muerta encima por encontrar ninguna pasión o propósito.
PERO ese verano, en una ruta muy sencilla, llamada la ruta de las ermitas en Tella, se me saltaron las lágrimas de la emoción. SEÑAL.
En otra ruta, pasamos por un tramo de la GR-11. ¿Qué es la GR-11? Cuando llego al camping investigo…desde la curiosidad. Lo que leo me hace vibrar, me atrae, me pone…
Y llega la idea: ¿y si me planteo yo hacerla? Y llega el miedo: “bua, qué locura, bua, dónde vas, bua estás flipada…”
Es un mega-reto. Pero no lo evito. Porque en lugar de preguntarme “¿y si no puedes?” Me pregunto: “¿y por qué no?”
¿Por qué no?
Y ese “por qué no” me empuja a empezar a planificar subidas a la montaña en Madrid cuando vuelvo a casa. Y me impulsa a enfocar mi entrenamiento en el gimnasio para generar fuerza en el culo y las piernas.
Y de ahí surge el reto culo duro a los 40.
Y llega Marzo, y me voy a los Pirineos otra vez, y mientras mi familia se fue a esquiar, (yo no puedo porque tengo una lesión en el pie) me hice una ruta en solitario de 14 kms y las pasé putas, porque había medio metro de nieve y yo no llevaba raquetas…y cuando llegué a casa, sentía nostalgia de la experiencia que había vivido, porque me obligó a ponerme las pilas y a buscarme la vida. SEÑAL.
Pero vuelvo a casa y me apunto a un curso de montañismo. Y en el curso, nos hace malísimo, nieve, granizo y un frío del carajo, pero yo me veo todo el rato sonriendo, disfrutando. PEDAZO DE SEÑAL COMO UNA CASA.
Y de repente lo veo claro, Tengo 42 años, …¿qué es lo que quiero hacer en esta segunda parte de mi vida?
Me gustan las montañas. Me gusta viajar. Ya lo tengo.
Patearme las montañas del mundo. Quiero hacer eso. Deseo hacer eso. Y cuando lo digo, se me ponen los pelos de punta. Y también me entra la inseguridad. Y entonces, ya sé que voy por buen camino.
¿Y cómo he llegado hasta aquí?
Pues prestando mucha atención.
No subestimando ningún indicio.
Tomando decisiones. Sobre todo en esa dirección que te produce incomodidad y estás evitando.
Manteniendo una mente abierta.
Explora, descubre, hazte preguntas.
Pasa a la accuión y ponte las pilas.
DESPEDIDA.
Hana, me ha encantado y a mí me pasó exactamente igual con la montaña. Pero… pretendes vivir de ello? A qué te refieres como propósito en la vida? No es un hobby? Muchos besos y gracias por todo!
Hola Hana,
Genial el vídeo. Me han entrado ganas de recuperar el montañismo.
Yo no sufrí la crisis post-maternida pero me centré tanto en el trabajo que sé de lo que hablas.
Como dices hay un muchas aficiones que no te gustaban y que ahora te pueden hacer vibrar. También ocurre el caso contrario, intentas recuperar viejas aficiones que te encantaban de joven pero que ahora ya han perdido el interés. (simplemente somos otra persona)
En mi caso particular, cuando veo una persona que realiza un reto, observo si se me mueve algo por dentro. Si es así, intento probarlo durante un tiempo para ver si me apasiona. Y en ese camino estamos con ensayo-error hasta volver a encontrar nuestras pasiones.
Ánimo con tu reto. Seguro que la has visto pero te recomiendo «Hacia rutas salvajes».
Un saludo
Como siempre una maravilla tu último video viernes. Creo que lo mejor de todo es la ilusión que transmites y el arte que tienes…
¡Grande domadora del cambio!
Un abrazo, campeona
Hola Hanna! Me encanta tu manera de explicar cómo encontrar tu propósito! Qué importante es aprender a escucharse. Creo que vivimos en una sociedad que nos invita constantemente a la desconexión, pero si eres mujer y madre aun más. ¡jajaja! Pero lo bonito es que se puede aprender!! Solo con ser conscientes de que hay señales y aprender poco a poco a verlas se puede. A mi también me pasó una época de mi vida que lloraba y no sabia ni por qué. Me ha costado un trabajo aprender de nuevo a escucharme, sentirme y ver las señales.
Mucho éxito y gracias por tu manera generosa y alegre de compartir.
Un abrazo,
Bel