Por Sergio Sala, autor del blog Se Leyenda
Últimamente he estado indagando mucho en el concepto de las pasiones y alinear lo qué haces con quién eres. He estado asesorando a muchas personas de mi audiencia sobre el proceso de encontrar lo que les gusta, definir sus sueños y hacerlos realidad.
Lo he visto casi de todo. Pero últimamente he encontrado un patrón que se repite muchas veces. Así como mis lectores, yo también he sido culpable de este mal, que si lo seguimos haciendo, difícilmente vamos a llegar lejos.
Te cuento porqué: cada vez que comienzo a asesorar a alguien, siempre lo dejo hablar libremente de sus ideas. Generalmente empiezan diciendo cosas como «realmente quiero encontrar lo que me apasiona, pero he buscado y buscado… aún no lo encuentro”, que comprendo porque a mi pasó así cuándo estaba terminando la universidad.
Después empezamos a platicar sobre los sueños que tenían o de las cosas que les gustaría hacer. O de las ideas que se les hacen interesantes. Los dejo hablar ampliamente y mantengo mi boca cerrada, escuchando, oyendo el tono cabizbajo de su voz, dejando espacios de tiempo para ellos sean los que mantenga la platica activa.
Esperando el momento preciso a que salga de su boca esta temida palabra.
Una que puede esfumar cualquier sueño en cuestión de segundos, que provoca que hablemos con una aire de inferioridad, cómo si nada de lo que sueñan suena alcanzable.
Ese momento me ayuda a distinguir a los que realmente está dispuestos en descubrir lo que les apasiona y a los que simplemente se quedan en el camino. Es ahí dónde me doy cuenta que esta persona tiene que hacer un cambio de mentalidad.
Sé impecable con tus palabras
Entonces, existe una pequeña e inocente palabra que tiene el poder de detener hasta el más grande aventurero. Qué si la repites constantemente, se puede convertir en una realidad que te mantendrá parado por siempre.
¿Quieres saber cuál es?
Estoy hablando de la palabra «PERO».
- Siempre he querido ser escritor, PERO mis padres me dijeron que me voy a morir de hambre.
- Me encantaría viajar por el mundo, PERO no soy bueno para conocer nuevas personas.
- Voy a crear mi propio negocio, PERO no sé si vaya tener éxito.
- Quiero pasar mi vida haciendo algo que ayude a los demás, PERO las personas se van a burlar de mí.
¿Cuántos “peros” no usamos al día para olvidarnos de buscar y descubrir lo que nos apasiona? Si eres de los que dice muchos “peros” al día, quizás tú mismo te estás convenciendo de no hacer las cosas.
Don Miguel lo dijo una vez en su libro de los 4 acuerdos, que cada palabra que decimos realmente afecta nuestro comportamiento. Pues si lo decimos tanto, se convierte en lo que queremos, y así la vida se transforma en un gran «pero».
Es que la verdad, todos estamos llenos de excusas.
Nos ponemos muchas justificaciones y barreras que nos previenen de cambiar nuestras vidas que al mismo tiempo dejamos la pasión en el olvido.
Aunque siendo sinceros, tampoco te voy a decir que los «pero» no sirven. A veces son válidos. Sólo que la mayoría de las veces, esta palabra se convierte en una barrera más grande que la Muralla China, que ya nos da flojera cruzarla, ¿no crees?
Por ejemplo, ¿alguna vez has visto a las abejas trabajar en su colmena? Si las analizas bien, toda abeja tiene un propósito y se dedica tiempo completo a hacer su trabajo. Cada día se alegran del pequeño progreso de llevar su miel a su familia (o a la reina) y esperan entusiasmados a trabajar otra vez. Pero de la nada, viene un humano a jugar con el árbol y esta colmena cae al suelo destruyendo todo lo que había… Antes de que me ponga a llorar de lo triste de esta historia, ¿has visto que hacen cuando pasa esto?
En vez de quejarse del humano (y después de atacarlo obviamente), vuelven a construir la colmena en otro lado. No pierden su enfoque.
Si estas pequeñas abejas cedieran ante las excusas, simplemente se morirían. Y francamente, nosotros los humanos también podemos morirnos (aunque sea por dentro) cuándo nos damos por vencido. Cuando decimos: “es que no encuentro lo que me gusta por equis razón,” es como si nos pusiéramos pesticida a nuestra propia alma.
Tener una vida apasionada es una conexión con la esencia de nuestro ser: propósito, diversión y creatividad. Piensa en estas palabras cuando te encuentras buscando las pasiones de tu vida o en tu trabajo. Y no olvides hacerte las preguntas correctas:
- ¿Estás poniéndote excusas?
- ¿Dices constantemente «pero»?
- ¿Te vas a frenar en la primera barrera que veas?
- ¿Dejarás que tu colmena tirada?
Si realmente estás considerando vivir apasionadamente, entonces tendrás que cambiar tu lenguaje. Debes creer con todo tu corazón que hay una manera diferente de hacer las cosas, que hay un pasillo que debes recorrer, entre tu hoy actual y el futuro hacia dónde quieres llegar.
La parte más difícil es eliminar las excusas, los «pero» de tu vida. Aún cuando tengas que saltar algunas barreras, fallar a veces o que tengas que volver a construir esa colmena. La parte difícil es deshacer tu mente de tener las esperanzas atrapadas bajo una muralla. De hecho, puedes preguntarle a Hana y ella te ayudará a fulminar tus excusas en 3 minutos.
Pero bueno, no estoy tratando de decir que nunca habrá dificultades en el camino. Si las hay. Sólo estoy ayudándote a descubrir ese poder que tienes para sobrepasar los miedos y encontrar lo que te apasiona. Aún así, todo tiene una solución si ves las cosas de otra manera:
- Si crees que no tienes una pasión, deja ese pensamiento atrás y empieza a buscar en tu interior las áreas de cosas que te interesan.
- Si crees que no puedes cambiar de trabajo para probar algo nuevo, ahorra un poco, crea un plan e intenta ese sueño que tienes has tenido en mente.
- Si crees que debes volver a estudiar para ser exitoso, haz nuevas conexiones dentro de tu área, sé parte de ellos, gana conocimiento y lanza tu idea.
Verifica todas tus posibilidades, dale un giro completo a lo que haces, haz todas las pruebas necesarias. Las cosas que te apasionan no vienen como si fuera una receta específica. No, tienes que hacer los pasteles suficientes hasta que te encuentres el sabor perfecto para ti.
Las excusas son la mayor razón por la que el mundo está parado. Simplemente no las hagas. Actúa y estarás haciendo algo mejor que el 90% de las personas en el mundo.
Tal vez no tengas que reconstruir una colmena completa. Pero toma el ejemplo como si fuera tu vida. No la dejes caer. Y si pasa, no tardes mucho en reconstruirla – quizás para eso vas a necesitar estrategias no convencionales para mantenerte con vida. 🙂
Tienes que hacer los pasteles suficientes hasta que encuentres el sabor perfecto para ti.
Ya tienes lo que se necesita
Así como he llegado a entender, después de platicar con muchas personas sobre sus pasiones, que las excusas siempre nos llenan de satisfacción temporal para no hacer el trabajo que realmente debemos hacer… Por cierto que todo este aprendizaje irá dentro del curso que estoy haciendo, así que te invito a unirte a nuestra comunidad, ¡para que te enteres cuando lo lancemos al público!
Y bueno, lo que termino diciéndoles es que si quieren hacer algo que les gusta y forjar una vida emocionante, tendrán que ver las barreras como pequeños muros y dejar las justificaciones afuera de su vocabulario.
Y como eres lector de mi amiga Hana, yo sé que tú tampoco vas a ponerte excusas. Así es, tú eres inteligente. Eres creativo. Tienes visión. Tienes las ganas para encontrar lo que te apasiona.
Quieres cambiar el mundo.
Recuerda que puedes encontrar y descifrar las pasiones de tu vida, con todas las habilidades que ya tienes ahora mismo.
Comienza a crear tu propia colmena.
Sin excusas. Sin peros.
La gente está desesperada por saber qué les puedes ofrecer.
Es tiempo de hacer lo que te gusta.
¿Estás preparado para enfrentar tu realidad, evitar las excusas y cumplir tus sueños?
Ebreiq says
Tienes razón y espero que lo hayas descubierto antes que yo, en mi úl timo año me he dado cuenta de ello y tengo ahora cuarenta y siete! Estoy comprobando que en mi vida no he hecho un montón de cosas y aguantado otras tantas, por ese PERO, aún ahora todavía tengo que cargar mi ánimo para no hacerlo.
Sergio Sala says
¡Nunca es tarde para descubrir lo que uno quiere, Ebreiq! Y si remueves la palabra PERO de tu diccionario y empieza a tomar acción, las coass son diferentes. :))
Froilan Andrade Jacobo says
Gracias Sergio por esta guía y te felicito porque eres mexicano y nosotros estamos llenos de «peros» no tenemos la cultura de analizar y luego luchar por nuestras metas, te comento un detalle. tengo un hijo que se propuso estudiar en el extranjero, primero termino en Guadalajara Jal. y actualmente esta en Santander España, acción que se me hacia imposible, pero el se quito los peros y llego a donde planeo. Felicidades.
Sergio Sala says
Wow, que bien por ti hijo Froilan. Si es cierto que los mexicanos estamos llenos de «peros», por eso está en cada uno de nosotros, luchar por lo que queremos. ¡Quitemenos los «peros» y tengamos más «si se puede» en la vida!
María says
Ay esos peros… yo siempre he sido experta en ellos, y todavía a día de hoy, hay algo automático en mi mente, que busca ese Pero hasta en las mejores situaciones. Pero mira, pese a los peros, avanzo. Los oigo, los veo, me detengo a observarlos y tiro pa´lante! Porque sé que no sirven de mucho, sólo para desmotivarme. Si no me sale, ok, será que ese Pero tenía razón. Pero si me sale bien (y lo curioso es que casi siempre sale bien), me doy las gracias por no haberle hecho caso al Pero. Gracias por este brillante artículo, Sergio, acabo de descubrirte y me encanta tu forma de pensar. Ojalá aprenda a desterrar esos peros para siempre de mi vida!
Sergio Sala says
Definitivamente nadie está exento de los «peros». Pero (ya lo dije, viste!) si estamos atentos a lo que decimos, es ahí dónde nos damos cuenta de cómo nos estamos deteniendo automáticamente.
Gracias por comentar, María, espero que te deshagas de los más «peros» que puedas 🙂
Lola says
Gracias Sergio, no conocía tu blog y me ha gustado mucho así que también tengo que darle las gracias a Hana.me encanta ver como cada vez hay más personas con un punto de vista diferente sobre la sociedad.y el post, muy bueno.,me ha hecho reflexionar,saludos
Sergio Sala says
Gracias a ti Lola. Entre más seamos los que estamos luchando por una vida excepcional, ¡es mejor!
jose luis hernandez says
Extraordinario tu post; aporta y enriquece. Hana un acierto tus invitados y Sergio excelente. Saludos a ambos que inspiran personas a cambiar.
Sergio Sala says
Gracias por los buenos deseos, Jose. ¡El cambio empieza en uno mismo!
Enrique Buzón says
El «PERO» lo relaciono con ese auto-saboteador que llevamos dentro. El miedo. Hana nos dijo en aquel post que le pusiéramos nombre y foto para pelear contra él.
¿Os acordais de la peli El señor de los anillos? ¿El personaje Gollum? Para mí es la mejor representación de nuestros miedos, la peor versión de nosotros mismos, esa vocecita interna, desconfiada, negativa, destructiva y siempre pesimista que nos impide avanzar en el inicio de cualquier proyecto.
Supuestamente sale para protegernos de los peligros de nuestra existencia… pero la realidad es que nos mantendrá estancados cuando no hundidos.
Ocurre que cuando te lanzas a la piscina de tu proyecto de lleno, currando 10-12h diarias, los «miedos-peros» se van. El «Gollum» desaparece porque ya no le echas cuenta. Ya no tienes tiempo. Y además siempre fue irreal, imaginario. La mente ahora se llena de verdad de problemas muy reales, muy tangibles, del día a día, donde enfocarse.
Enhorabuena por el post. Saludos.
Sergio Sala says
Que buena analogía, Enrique. ¡Claro que conozco a Gollum! De hecho me gusto lo último que dijiste «La mente ahora se llena de verdad de problemas muy reales, muy tangibles, del día a día, donde enfocarse.»
Esos problemas son las cosas que debemos resolver que nos llevarán a cosas más lejos. ¡Buen comentario!
Susana says
Hola Sergio!soy Susana,un post muy alentador y esperanzador,ojalá los peros estén cada vez más en el frutero y menos en nuestro discurso.Estoy totalmente de acuerdo con el poder de las palabras y lo mucho de nosotros que hay en ellas.Así que ya es hora de que hagamos frente a peros y a sus secuaces los «y si…»,también peligrosos,porque ciando decides tomar un camino,éste se convertirá en tu presente,tu vida,y estará bien,no boicoteemos nuestras elecciones con lo que no elegimos,por una vida sin peros ni «isis».Gracias Hana.Gracias Sergio.Un abrazo
Sergio Sala says
Es ciertoo, los «y si» también son mortales… Si es cierto, Susana, todo lo que decimos, con el tiempo nos lo vamos creyendo así que siempre es bueno sentar a pensar qué estamos diciendo, para así evitar esos malignos «peros» e «isis». ¡Gracias por comentar! 🙂
DERC says
Hemos ahorrado con mi esposa y estamos a punto de dar el paso, a fines de este mes me despido de mi actual empleo (que no satisface mis expectativas y por el contrario me aleja de mi verdadero sueño de ser emprendedor junto a mi señora), estoy muerto de miedo pero también con mucha ilusión, ya hemos decidido no esperar mas y dar todo por cumplir nuestros sueños…deséenme suerte!
Sergio Sala says
Wow, que buena historia DERC. Me imagino que no es fácil y lo han tenido en su cabeza por tiempo, así que felicidades por tomar el primer paso… el primero de muchos. Más que suerte, ¡te deseo muchos éxitos!
Miguel says
Hola:
Yo creo que la vida es un enorme PERO y que incluso que lo constitutivo del coaching es una gran PERO a una vida inauténtica.
Como dice Jodorowsky vivir es construirse un alma y obviamente para hacerlo hay que reafirmarse, lo cual muchas veces entra en conflicto con el mundo. El alma, por tanto, es una batalla. Un PERO a la muerte. La negación es una afirmación. Asi somos.
Para mi si hay valores positivos en la resignación y en la paciencia; creo que son excelentes virtudes sin las cueles no podríamos convivir. De alguna manera creo que resignarse forma parte de un enfrentamiento con los PEROS que uno se encuentra. Porque todo tiene peros, aunque hay peros y peros.
Si uno piensa en un proceso creativo, en un ingenio, lo cierto es que es una batalla contra los peros. «Necesito lograr esto PERO antes de hacerlo tengo que hacer aquello». Los «peros» son constitutivos de todo proceso creativo que pretenda mejorar algo y según uno los afronta o no el resultado es más o menos efectivo. Si uno piensa en algo que ha construido y de lo que se siente orgulloso, seguramente las cosas más reseñables sean la superación de los «peros». «Lo hice así pero no pensé en que ponerlo allí era mejor, así que lo modifiqué y el resultado es excelente». Los peros no son simplemente excusas.
Para mi la clave de las batallas con los «peros» está en soportar -o convivir- con un gran nivel de incertidumbre. Eso es reafirmarse y al mismo tiempo resignarse. ¿Como es posible? Pues así es la vida, una contradicción.
En realidad, en el castellano antiguo, se usaba el «más» como en el frances actual «mais». Es agregativo. Y en el latin PERO tiene su origen en Per Hoc, que quiere decir «por tanto». Quizá el abuso de los peros esté en lamentarse de los fracasos. Creo que es esencial asumir cuando uno fracasa porque no hay mayor reafirmación que esa.
Un saludo