El sentimiento de frustración aparece cuando hemos intentado cumplir algún propósito y, sea por el motivo que sea, no hemos sido capaces de cumplirlo. Esto produce que nos sintamos mal con nosotros mismos, que nos sintamos incapaces de cumplir nuestros propósitos y, por tanto, que nuestra autoestima puede verse afectada por esta situación.
Fracasar es una condición natural en la vida. Fracasar es, simplemente, equivocarse, haber cometido un error, no haber valorado bien la situación, etcétera. Y todo el mundo se equivoca, ¿verdad? Por tanto, todo el mundo, tarde o temprano, fracasa en algún proyecto que quiera tirar en adelante.
Y, cuando esto ocurre, es natural sentirse mal, es natural sentir un poco la frustración por el error pero, rápidamente, debemos aprender de ese error, ver lo que ha sucedido y probarlo de nuevo desde otro punto de vista o con otros métodos.
Definición de frustración
Pero ¿qué es exactamente la frustración? Esta emoción aparece en las personas cuando no somos capaces de satisfacer un deseo que nos hemos propuesto. Esta incapacidad puede provocar que cambie nuestra perspectiva sobre nosotros mismos, que pongamos en tela de juicio nuestras capacidades o, peor aún, que aceptemos que no valemos y cedamos todo el control al error.
Algunas de las reacciones más habituales que se asocian con el sentimiento de frustración es depresión, ansiedad o ira y, como puedes ver, todas ellas son reacciones negativas que debemos aprender a gestionar y darles realmente la importancia que tienen.
Para ello tan solo tienes que grabarte una cosa en la mente: la perfección no existe. Y, por tanto, si no hay perfección es porque hay errores. Y tú cometes errores, como todo el mundo. Puede ser que te hayas equivocado en el planteamiento de tu mismo objetivo y, por eso, no hayas podido cumplirlo; o, puede que te hayas equivocado en su ejecución.
Sea como sea, los fracasos deben verse como experiencias, como aprendizajes y como nuevas oportunidades para ti.
Deja una respuesta