Hay muchas personas que, ante una situación emocional concreta, no saben cómo reaccionar y pueden terminar cometiendo algún error o haciéndose daño. Cualquier situación que pueda llegar a afectarte emocionalmente puede ser la chispa que te haga perder los nervios y te llegue a afectar internamente.
Debemos partir de la base de que somos seres emocionales, es decir, durante un mismo día podemos sentir diferentes tipos de emociones, más o menos intensas, y con las que tenemos que aprender a vivir y, sobre todo, a gestionar. Los gritos, los insultos, los lloros por impotencia o demás son reacciones que suelen aparecer cuando no hemos sabido gestionar correctamente una emoción concreta.
Es por este motivo que es importante mejorar la inteligencia emocional para poder vivir de una forma más equilibrada, estable y controlada dejándonos sentir pero sin que esto nos afecte en demasía. Las emociones van y vienen pero no nos definen como personas, tenlo claro.
Conócete a ti mismo/a para mejorar la inteligencia emocional
El primer paso para poder aprender a gestionar tus emociones es que te conozcas. Y que te conozcas bien, es decir, que sepas que tienes cosas buenas pero también cosas malas. De esta forma, sabrás controlarte en según qué situaciones al saber que hay temas, actitudes o palabras que te sacan de tus casillas. En estos momentos, lo mejor es que te apartes, respires y reflexiones para no dejar que las emociones hablen por ti.
La importancia de la empatía
Muchas veces, no controlamos nuestras emociones y nos permitimos estallar porque, sencillamente, no estamos pensando en la persona que tenemos delante. Antes de dejarte llevar por ese sentimiento te recomiendo que te distancies de la situación y pienses qué está pasando, por qué te está alterando tanto y qué crees que esa persona quiere comunicarte. Piensa que en la comunicación humana hay muchos fallos y, muchas veces, las discusiones más grandes pueden evitarse si se pregunta directamente: ¿Qué quieres decir?
El equilibrio emocional es básico
Está claro que hay momentos en la vida en los que estamos más contentos, otros más tristes, etcétera. Pero es importante que, para poder mejorar tu inteligencia emocional, apuestes por una vida estable donde tiendas a estar bien de forma general. Tener una actitud positiva ante la vida, quererse a uno mismo y confiar en ti y en los demás te ayudará a tener una rutina mucho más fructífera y estable.
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