No, no me he vuelto loca. Ni tampoco me he convertido de repente en una firme defensora del chuletón. Llevo más de 6 años sin comer carne y pretendo seguir así 🙂
La historia de hoy me llega de la mano de una de mis mejores amigas, y estoy segura de que te transmitirá inspiración y fuerza para enfrentarte a algunas decisiones difíciles.
Hace un año, paseando por los jardines del Retiro, mi amiga Sandra (en realidad no se llama Sandra pero tiene un nombre poco común y prefiero mantenerla en el anonimato) y yo tuvimos esta conversación:
«- Hana, no aguanto más. Estoy totalmente amargada en el trabajo, no puedo seguir así. La relación con mi jefa cada día va a peor. Ir al trabajo por la mañana se ha convertido en un auténtico suplicio.
– Llevas mucho tiempo así, Sandra, y no terminas de tomar la decisión de cambiar de trabajo.
– No es tan fácil, el sector está muy mal. He mandado currículums y no me llaman, y para cada oferta de trabajo hay un millón de solicitudes.
– Hay otras opciones de búsqueda de empleo. Tú eres muy creativa, no te conformes.
– Ya. Pero ahora no puedo hacer mucho más. Tengo muchos gastos a los que hacer frente y no puedo lanzarme a la piscina.»
Pero entonces, un buen día, llegó su jefa y tomó la decisión por ella.
Hala, a la puta calle.
Cuando volví a ver a Sandra, después del despido, me contó que estaba muy feliz porque su jefa había matado a su vaca.
Ante mi cara de póker, me contó la siguiente historia:
…..
Iban un sabio y su aprendiz de travesía por el norte de Mongolia, cuando al llegar la noche, se encontraron con una cabaña. En la cabaña vivía una pareja con sus hijos, en la más absoluta de las miserias.
A pesar de su pobreza, la familia les acogió con una sonrisa y les ofrecieron algo de cena y un lugar para dormir.
El aprendiz, sorprendido de las penurias en las que parecía vivir la familia, les preguntó:
– ¿Cómo lo hacéis para sobrevivir?
El padre respondió:
– Tenemos una vaca. Y gracias a ella, vamos tirando. Si da poca leche, viviremos peor. Si da mucha leche, podremos hacer queso e intercambiarlo por otros alimentos. Dependemos de ella totalmente y estamos muy agradecidos de tenerla.
Imagen «Vaca» de Shutterstock
Y se fueron a dormir.
Al despertar de madrugada para seguir su viaje, el aprendiz le preguntó al sabio:
– ¿Cómo podríamos agradecer a esta familia tan pobre su generosa acogida?
Y el sabio le pidió al aprendiz que le acompañase al establo. Una vez allí, el sabio cogió un cuchillo y, sin mediar palabra y ante el gesto horrorizado del aprendiz, mató a la vaca.
El aprendiz, balbuceando y sin poder creer lo que acababa de ocurrir, le reprochó al sabio:
– ¿Cómo has podido hacer esto? ¡¡Era su único medio para subsistir!!
El sabio le hizo callar y emprendieron su camino.
Un año después volvieron al mismo lugar y el atónito aprendiz vio como, en el lugar de la cabaña mugrosa, se erigía una casita de piedra, con un pequeño huerto, y algunas gallinas y vacas.
Fueron a saludar a la familia y se interesaron por los motivos de tanto progreso.
Y la madre comenzó a hablar:
– Hace justo un año, y coincidiendo con vuestra visita, un bandido mató a nuestra pobre vaca. Nuestra primera reacción fue de miedo, angustia y desesperación porque pensábamos que íbamos a morir de hambre.
Pero fruto de esa desesperación tomamos dos decisiones:
La primera fue revisar el terreno colindante a la casa. Resulta que encontramos algunas semillas y decidimos que las plantaríamos para obtener algunos alimentos y no morir de hambre.
La segunda fue vender en el mercado el excedente de la carne de la vaca que nosotros no podríamos comernos. Esto nos permitió comprar más semillas aún.
Y así, fuimos viendo como nuestro huerto iba creciendo, y cada vez teníamos más vegetales que vender el mercado, lo que nos permitió comprar más semillas y algunos animales. Y así, cada día, hemos podido ir viviendo mejor.
…..
Fin de la historia.
Y ahora te pregunto: ¿qué crees que hubiese pasado si la familia hubiese seguido dependiendo de la vaca para subsistir? ¿En qué punto se hubiesen encontrado al cabo de año?
Probablemente en el mismo.
La moraleja de esta historia es que tendemos a llenar nuestras vidas de vacas. Pueden ser trabajos, relaciones, experiencias, ciudades…
Puede ser cualquier cosa que te mantenga atado a lo cutre, a lo mediocre, a lo cómodo.
Porque la vaca te embiste, te tira al suelo y te pone la pata sobre la cabeza para que no puedas levantar la vista del suelo. Y te acostumbras a esa forma limitada de vivir. Te conformas.
Y lo sabes.
Y esta influencia bovina se traduce magistralmente en la siguiente filosofía de vida:
IR TIRANDO
¿Te suena?
Este, ni más ni menos, es el truco para encontrar las vacas en tu vida. Porque si alguien te pregunta:
– ¿Qué tal el trabajo – vida – salud – relaciones – [rellena el espacio]?
Y tu respuesta es:
– Voy tirando.
Ahí ya tienes una buena pista → Ir.Tirando.No.Mola.
Y está claro que no puedes pretender matar a todas tus vacas a la vez, pobres ellas con lo a gustito que están, pero has de empezar por alguna.
Porque la vaca te permite sobrevivir pero no te deja opciones, te limita y apaga tu creatividad y tu entusiasmo.
¿Es ese trabajo que te mata lentamente? ¿O es el subsidio por desempleo? ¿O es esa relación que sabes que no funciona?
¡¡Cuéntanos en los comentarios!! Empiezo yo, hablándote sobre la que fue una de mis vaquitas.
Cuando hace años decidí montármelo por mi cuenta, y cuando todavía no facturaba lo que facturo hoy, la idea de darme de alta en el RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos) me producía cagalera. Tal cual. ¿Cómo voy a hacer frente a este gasto mensual? ¿Si no se cuanto voy a facturar cada mes? Bla, bla, bla…
Y para evitar darme de alta, me apunté a una cooperativa que me permitía facturar sin tener el gasto mensual de autónomos.
Hasta aquí todo bien, ¿verdad?
Pues no. Porque un buen día me di cuenta de que esta actitud era una hermosísima vaca que se reflejaba en otros aspectos de mi negocio.
Si. Era una actitud. De mierda. Que limitaba totalmente mi percepción sobre lo que es posible para mi y para mi vida y me dejaba atrapada en un intento-de-negocio limitado y pobre.
Y tenía que cambiarla. Tenía que matar a mi vaca.
Así que me di de alta en autónomos. Y empecé a trabajar mejor, para facturar más que antes…porque me vi obligada a hacerlo.
Y este año sigo matando vacas. Directa a la yugular.
Invirtiendo un pastón en mi nueva página web, por ejemplo.
Porque al invertir de esa forma en mi y en este circo, le sigo enviando un mensaje directo a mi corazón, a mi cabecita, y al universo:
¡¡¡EY!!! ME LO ESTOY TOMANDO (MUY) EN SERIO.
Y lo que ha pasado es que mi creatividad se ha puesto a funcionar a toda máquina para poder seguir avanzando. Y lo estoy haciendo.
Se trata de expandir tu percepción. Y eso es lo que hacemos en EnMagiaTe 🙂 Con mucha conexión, magia y power.
Gracias por haber llegado hasta aquí 🙂
Si te ha gustado este post, ya sabes que puedes compartirlo con los botones de aquí abajo y yo te lo agradezco muchísimo! De verdad…significa mucho para mi 🙂
Nuria says
Uff! como si hablaras de mi! respecto a la vaca (que encima ni es lechera ni es ná), respecto al tema del alta en autónomos, y respecto a los malditos miedos en general.
Mataremos a la vaca con amor, y nos comeremos el pasto directamente, que fresco y jugoso entra de maravilla! ^_^
De nuevo gracias, Hana. Inspiras 😉
Hana says
Jajajaja!! Gracias Nuria!! Me ha encantado lo del pasto fresco y jugoso…. 🙂 A por las vacas!! Con mucho amor y cariño!!!
Jennifer says
Cuando realizo talleres para emprendedores, siempre toco este tema. Me encanta la fábula y la voy a compartir más de una vez. A la «zona de confort» yo también la denomino «area where dreams die» (la zona donde mueren los sueños) porque veo día tras día como el miedo al cambio es la primera excusa para no prosperar («no tengo dinero», «¿y si me va mal?», «prefiero quedarme como estoy», …) en personas instaladas en la queja permanente. Espero que entre todos convirtamos esa zona en «area where kill the cow». 😉
Hana says
Hola Jennifer!! La fabula de la vaca es una buena analogía de la zona de confort, así que gracias por compartirlo!! Y me encanta lo del area where to kill the cow 😀
Marisina says
Yo mate a mi vaca…!! hace 2 meses…. me canse de no ser como soy y un buen dia chassss….! Ahora mi cabeza es una colmena en secreta actividad…. Trabajo desde casa y soy capaz de pensar, y pensando surgen ideas, y las ideas te crean ilusión… y la ilusión …. te hace crecer…. y con un poquito de viento a favor todo es posible….!
Hana says
Guau Marisina!! Te tengo que dar las gracias por compartir tu proceso y como te está ayudando a avanzar ent u vida!!! Que buen ejemplo!!! Mucha suerte y a por todas!!
Marisina says
Ahhhhh…. y Jennifer ha tenido que ver mucho en este cambio….. soy una de sus alumnas…. y gracias a ella puedo escribir aqui….!! GRACIAS
Jennifer says
Muchas gracias Marisa por la mención! Orgullosa de ser cómplice de asesinato… jaja
Hana says
Gracias a las dos!! Me habéis dibujado una sonrisa enorme en la cara!!!
Paula says
Qué excelente! y cuánta verdad! Algo parecido a «matar a la vaca» me ha dicho una vez una amiga a la que también despidieron de un trabajo que no le hacía feliz y lo describió como «a veces necesitamos una patada en el culo para dar un paso adelante» jajaja y es verdad!
Yo también trabajo desde casa hace dos años y si bien aun me falta mucho por crecer en su momento solo me bastó para decidirme el sentarme a hacer cuentas y ver que en realidad entre los gastos de niñera para que se quedara con los niños mientras trabajaba, viáticos, almuerzo, etc. pues que estaba yendo a trabajar (y traerme trabajo a casa también) por un mísero cuarto de mi sueldo real !!!! algo que podía conseguir fácilmente desde casa, vamos!
Y ya para despedirme, he conocido tu sitio esta semana gracias al blog de Frank. ME ENCANTA!
Hana says
Hola Paula!! Bienvenida a este circo!! 🙂 Y muchas gracias por compartir tu proceso de cambio también 🙂 Fíjate que a veces solo necesitamos sentarnos y ver nuestra vida desde fuera para darnos cuenta de algunas realidades ineludibles!!! 🙂
Maria says
Pues sí, aunque también soy vegetariana, creo que he llegado a matar a más de una vaca en mi vida. Al menos en el último año y medio. Nunca pensé que fuera lo mejor que pudiera pasarme: el no poder encontrar trabajo. Así que gracias a ello empecé a investigar, abrí un blog, conocí unas bloggers increíbles, entre ellas tú, Hana, y esto me llevó a encontrar mi rumbo en la vida. Ahora me siento motivada, mi vida tiene un sentido, sé que el camino que me espera es duro y aun me queda mucho por recorrer, pero tengo un objetivo que me apasiona y me hace sentir más realizada y plena. Me ha encantado el cuento, aunque sentí penita por la vaca cuando la degollaron 🙁 ¡Menos mal que es una metáfora! Gracias como siempre por la frescura de tus posts, Hana. Un abrazo muy grande.
Hana says
Ya te digo María!! Tú estás a tope saliendo de tu zona de confort!! Así que, como en el otro post, te vuelvo a dar la enhorabuena y te doy las gracias por dejar tu testimonio, lleno de valor, fortaleza, determinación y compromiso!! Un ejemplo a seguir 🙂
Ana Bizarro says
Yo estoy matando a la vaca de mi empresa 1.0… y me está costando 🙂
1/ El «sistema» se come todos nuestros ingresos ¡cada vez quieren más!
2/ El mundo mercantil global quiere precios más baratos
3/ Margen ABSURDO
Hay que ir por un camino menos transitado… a mí el mundo digital ¡me gusta!
Ánimo con tu nuevo web ¡ya me la estoy imaginando!
Hana says
Va a quedar preciosa Ana!! Estoy super emocionada!! Y te digo que las vacas siempre se resisten pero al final caen 🙂 Un abrazo!
Rosa Ana says
Qué gracia me ha hecho tu post de hoy! excelente, Hana!! Hace unos meses nos escribiste pidiendo ayuda, ideas para volver a funcionar, que te contáramos cosas… y yo me explayé de lo lindo, necesitaba desahogarme porque no lograba vencer el miedo (a pesar de que sí veía mis «vacas»)…. Hoy, meses después, puedo decirte que ya he matado una de mis vacas! y tengo otra que está en el ojito de mira para dentro de muy poco tiempo!
Con algo de miedo todavía, pero sobretodo con ganas de sacar mis proyectos y disfrutar de cada minuto de mi nueva vida.
Gracias por tus ánimos, Hana, y la fuerza que transmites!
Hana says
Muchas gracias Rosa Ana!! Me alegro de que vayas generando la consciencia que necesitas para ir avanzando 🙂 Los miedos son normales y siempre estarán ahí, lo importante es seguir adelante con motivación!! Un abrazo!
Liliana says
Hola Hana, cuanta razón tienes , tengo muchas vacas que matar y la verdad no se como matarlas, espero tener algún día la valentia de poder matarlas y hacer poder realidad lo que quisiera ser y no puedo por todos esos temores que tengo, GRACIAS ERES INSPIRACION, te admiro mucho!!!!!!!!!
Hana says
Hola Liliana!! Pues desde aquí te mando mucha fuerza y energía para que vayas a por ellas!! Un abrazo y muchas gracias a ti!!
Carolina says
Este Post le da aportado MUCHISIMO VALOR A MI VIDA HOY. Gracias Hanna,
Gracias!!!
(Hasta me provoca poner tu vaca de tapiz)
Hana says
Jajajaja!!! Pues adelante guapa!!! Muchas gracias!!! 😀
María Heralta says
¡¡Qué buen posta, Hana!!
cuesta matar a las vacas que tenemos, como bien dices no podemos hacerlo con todas a la vez pero es muy gratificante ver que sales adelante y que cumples tus sueños!!
Me encuentro también matando vacas y me estoy genial!! Creo que en uno de los mejores momentos de mi vida, personal y profesional!!!
Un fuerte abrazo!!!
Hana says
Gracias María!! Me alegro de todo lo que estás expresando ultimamente!! Eres la prueba viviente de que con tesón y pasión, se va llegando lejos!! 🙂 ¡Un abrazo y enhorabuena preciosa!!
Manu Sánchez García says
Yo estoy buscando mi vaca, por ahora… Ya la mataré cuando la tenga =P . Muchas gracias, Hana!!
Hana says
Jajajajaja! Me parto contigo Manu… :)))
Martin says
Mmmm… Hay que ver que tipo y tamaño de vaca estas dispuesta a matar, una cosa es algo que la mente pueda asumir y otra es un salto al vacío. Y aquí entramos en relatividades de lo que es ambición vs. aspiración. En los 2 ejemplos la decisión es tomada por un tercero… para pensarlo.
Hana says
Bueno, en mi caso, la decisión la tomo yo 🙂 Y en cualquier caso, es responsabilidas de cada uno analizar su propia situación para determinar si hay que matar a la vaca de una vez o en pasos más pequeños 🙂 Lo que está claro es que siempre se puede hacer algo. Un abrazo y gracias!!! 🙂
Pak Escudero says
La maldita zona de confort… ya te digo.
Hay que ser responsables de nuestra propia libertad.
“Libertad” Hermoso tesoro de los Dioses.
¿Preferimos que nos dirijan y nos manejen por un confort mal entendido? Parece que sí. Y encima nos quejamos de nuestra falta de libertad. ¡Vaya! Es probable que tengamos que detenernos y visualizar una balanza con mucha atención.
Pongamos en los platillos dos palabras.
RESPONSABILIDAD = LIBERTAD y observemos quien puede a quien.
Vamos a por ello…
Ah, y si podemos no abusemos de las pobres vacas.
No vivamos la vida que otros eligen por nosotros, sino la que realmente queremos.
Buen trabajo, Hana.
Siempre…
Hana says
Que buena analogía Pak, me ha encantado la imagen de la balanza 🙂 Y yo creo que lo que pasaría es que la libertad se pasaría al platillo de la responsabilidad 🙂 ¿qué te parece compi?
Silvia says
Hola Hana. Hace justo un mes que maté a mi vaca. Deje un trabajo de 7 años que me quitaba la energía para recorrerme el sudeste asiático. Escribo ahora desde Malasia, llevo 11 días de los cuales 5 sola (cuando llegué a Singapur me quede en casa de una amiga). Se me esta haciendo jn poco cuesta arriba este comienzo y estoy empezando a echar de menos a la vaca. Se que nadie dijo que fuera fácil y que cuando empiece a encontrarme mejor será una experiencia maravillosa pero ahora mismo no lo veo… Gracias por tus posts, son una inyección de energía. Un saludo
Hana says
Guau!!! Gracias por compartir Silvia!! Me ha encantado leerte y puedo entenderte perfectamente porque yo, durante muchos años de mi vida, estuve viviendo en varios sitios de europa, trabajando en lo que me salía, y viajando mucho…¿pues te puedes creer que llegó un momento en que echaba de menos la rutina y una vida menos libre? Pero era el miedo el que hablaba entonces…
¿Qué es lo que te resulta difícil de tu experiencia?
Isabel says
Cuanta razón!! 🙂 No conocía esta fábula de matar a la vaca pero me parece un gran ejemplo. Todos tenemos vacas a las que matar, obstáculos que superar. Vivimos muy limitados por el miedo y otros frenos y nos cuesta a veces tomar decisiones, pero cuando lo conseguimos nos sentimos como nunca en la vida. ¡¡Yo vivo para cumplir mis sueños!! 🙂 Gracias por el post, por tu inspiración y por tu ejemplo.
Hana says
Muy bien dicho Isabel!!! Para eso vivimos, ni más ni menos!! Gracias por compartir!!
MArite says
Hana… Eres la caña de españa.
Tuve la ocasion de asistir a la masterclass que ofreciste la semana pasada en las jornadas de arroyomolinos.
Y cuanto más te leo más me animas, más me gustas… Sigue así, no cambies. Tenia que darte las gracias y hacerte saber lo que transmites… (si no lo sabias ya)
Un abrazo. ♥
Una pre-emprendedora
Sandra says
Hola Hana!
hace unos meses me enteré de que me habían pirateado los cursos online que vendo, mi principal fuente de ingresos. Tu post me ayudó mucho, porque me hizo verle el lado positivo. Hacía tiempo que quería un cambio, pero mi situación no era lo suficientemente incómoda como para dar el paso. Al matarme mi vaca (con perdón por la vaca, jeje), me tomé unos días libres para decidir que hacer y ahora he empezado un nuevo proyecto que me ilusiona de verdad.
Así que sí, estas cosas que suceden es para sentirse agradecido a la vida, porque si bien en el momento se pasa muy mal, luego ves que gracias a ello has podido crecer y dejar atrás algo que ya no te servía.
Un abrazo!
Sandra
Mariluz Ortega (Morgana) says
¡¡¡ Socorrrroooooooo !!! Estoy rodeada de vacas. 😛
Yolanda says
Llevo años estancada en mi trabajo porque no tengo desarrollo profesional, y lo peor es que personal tampoco. Hace 3 años me di cuenta que tenia que moverme, y decidí estudiar «light» y lo pongo así ya que no me metí en ninguna carrera y emplear años para ver resultados, me queda poco para cumplir mi objetivo. El caso que tampoco se hacia dónde ir, pensé que seguir formándome me haría un poco más feliz pero no es así. Hay gente que tiene supler claro lo que le gustaría o le hubiese gustado ser en la vida, pero YO a día de hoy no lo sé. Que consejos me das para «matar a mi vaca».
Lily Yuste says
Hola Hana, tenía muchas ganas de volver a leer este post, la historia de la vaca me la contó Bettina Langerfeldt, mi primera mentora en los trabajos on-line y es poderosísima.
Mi vaca es la visibilidad, hablar en público todavía me cuesta, tengo un canal de youtube que ha ido evolucionando según me he soltado ejeje, pero aún me bloqueo, veo tus videos y es envidia sana 🙂 Y sé que es poco a poco, que la vaca no se mata en 2 días … a seguir trabajando 🙂 Muchas gracias por tus consejos siempre acertados. Un gran abrazo. Lily
fernando says
jejejej me río por no llorar. Mi vida es un peazo de vaca que pesa una jartá. Y me veo cada vez más dependiente de todas esas vacas y toros y perros y por supuesto mi gato que hasta él me domina. ¿Cómo hacer frente a enfermedades de esas que no se curan? ¿Hacer frente a un matrimonio en el que tanto ella como yo tenemos miedo a abandonar el ir tirando el soltar las cuerdas que nos atan al mundo? ¿Mi hijo de 10 añitos que está hasta las narices de que le toquen las mismas y que demuestra más c…. que los dos juntos? Y mi gato, que vive su vida quizás viendo que nosotros no tenemos una en condiciones. Soy malagueño y vivo en un pueblo de Murcia. Pero quizás todo cambie a partir de ahora porque hay un pueblecito en mi tierra, llamado Aljaima, que se está muriendo y piden personas para levantarlo. Encima el cole se va a cerrar porque sólo tiene dos alumnos y necesita mínimo 3. ¿Seré capaz de tirar pallá? Próximo capítulo…..Gracias y besos.