Lo descubrí hace unas semanas cuando paseaba sola por la playa. Como una de esas certezas trascendentales que te llegan sin saber muy bien por qué.
El caso es que ya hubo otra vez en que no tuve miedo a morir, pero el miedo volvió, en silencio y por la puerta de atrás. Y como soy consciente de que ahora también puede pasar lo mismo, por el momento he decidido simplemente explorar con curiosidad esta sensación tan bonita y excepcional.
Y volvió porque enseguida, después de aquel accidente, me convertí en madre, y con el pack también llegó el miedo a morir y a dejar a mis hijas «solas», «desamparadas», el miedo a no poder estar con ellas cuando lo necesitasen, el miedo a no poder estar ahí para ellas.
Y la consciencia de sentir ese tipo de miedo me ha ayudado a estar segura de que ahora, simplemente, ya no lo siento.
Además lo comprobé hace unos días mientras viajaba en avión con mi familia. En un momento del vuelo, mi hija, que se puso a revisar el cartelito con los procedimientos de emergencia, me preguntó que cuando iba a poder tirarse del tobogán que salía del avión. Yo le contesté que esperaba que nunca, porque esos toboganes solo se sacaban cuando había un accidente. Ella me preguntó que qué era un accidente. Y me quedé pillada. Y cuando reaccioné, intenté explicárselo lo mejor que pude.
Y después de explicárselo, de forma intuitiva y sin poder evitarlo, empecé a imaginar que en ese mismo momento sufríamos un accidente, y que el avión empezaba a tambalearse y a caer en picado. Y lo que sucedió fue que me visualicé en esa situación tan trágica, tan horrible, tan caótica…y me vi llorando pero muy serena, abrazando a mi familia y aceptando ese espantoso destino.
Ya no tengo miedo a morir.
Y lo que siento en su lugar es una sensación de libertad brutal. Como nunca antes.
Si.
Creo que nada me puede hacer más libre que esto.
Es como si me hubiese quitado un lastre enorme de encima,
Es como si sintiese que, al tenerlo todo, ya no tengo nada que perder.
Y creo que lo que me ha permitido llegar hasta aquí, entre otras cosas, es…
Saber que he sido capaz de aceptarme en toda mi luz y en toda mi sombra y que me atrevido a ser…Hana.
Saber que eso mismo es lo que me ha permitido conectar con los demás desde mi propia vulnerabilidad.
Saber que eso mismo me ha ayudado a crear relaciones personales auténticas y profundas con muchas personas.
Saber que mis hijas sabrán gestionar sus emociones, y reconocer qué tipo de pensamientos les ayudan y cuales no. Y eso les ayudará a ser felices.
Saber que sólo por eso, dejarán una bonita huella en el universo.
Saber que yo también he dejado una bonita huella en el universo.
Ya ves. Nada sofisticado. Nada inalcanzable. Nada reservado sólo a unos pocos.
Se trata de crear buenas relaciones, de pasar tiempo con las personas que quieres, de aceptarte y atreverte a ser tú mismo, de ser capaz de perdonarte y perdonar, de operar en el mundo desde el amor, la empatía y la amabilidad, de sentirte agradecido a menudo, de saber que estás dejando un pequeño legado…¿y sabes cómo se hace esto tan rimbombante de «dejar un legado«? Es tan sencillo como dejar pequeños impactos positivos en las personas que tienes alrededor, es decir, mejorando la vida de las personas que tienes alrededor.
Ya ves. Nada sofisticado. Nada inalcanzable. Nada reservado sólo a unos pocos.
Aunque estoy segura de que durante los próximos meses iré haciendo más descubrimientos, con algo más de perspectiva.
Ya no tengo miedo a morir.
Y no tener miedo a morir no significa que quiera morir. Significa precisamente lo contrario.
Significa que, mientras esté por aquí, elijo VIVIR.
macario sanchex says
Lamentablemente somos coherentes con el miedo,nadie quiere morir,ni Los que quieren IR al cielo.
Mariadel says
Seguramente no tengas miedo a morir, pero ¿ no tienes miedo a que mueran tus seres queridos y que tu sobrevivas? Eso es el verdadero desapego y el verdadero » no miedo» para mi lo imposible
Hana says
Bueno, esto es un proceso Maria, y he comenzado por este pasito. No, ahora mismo no estoy preparada para que mueran mis hijas y yo me quede por aquí, ni quiero imaginármelo. En este post hablo sobre el hecho de que no tengo miedo a morir, no que no tenga miedo al dolor. Es distinto, y me imagino que será el siguiente paso, poco a poco…muchas gracias por tu observación 🙂
Jose says
¡Buffff!
¡Qué pasada!
Te leo y me leo-veo…
Precioso.
¡Gracias!
Hana says
A ti Jose!!! Hablamos para el 14!! 😀
Liz says
Hola hana
A mi me pasa de cierta manera igual no tengo miedo a morir en absoluto, pero si tengo miedo a q me siga doliendo, y hay veces q prefiero morir q seguir sufriendo, talvez me lea malagradecida con el universo y la vida, pero es lo que paso y no entiendo pq razon ?!! Y quiero pensar que es pq aun no me perdono, aun no me acepto completamente es cierto? Porfavor ayudame.
Soy soltera y acabo de separarme de mi marido hace unos meses
maria says
Bonita y necesaria reflexión.
Buen dia.
Hana says
Buen día Maria! 🙂
Yolanda says
Así es Hana. Cuando ya no tienes miedo a nada, y simplemente «fluyes» y te ocupas de agradecer a la vida todo, lo bueno y lo malo (porque nada ocurre por casualidad). Y cuando dejas a diario esas pequeñas huellas de cariño y empatía en los demás. En definitiva, cuando te enamoras de la Vida; surge ese sentimiento de que «todo está bien, tal y como es».
Gracias.
Hana says
Enamorarse de la vida…que expresión más bonita :)) Gracias Yolanda!
Marivi says
Gracias preciosa
Hana says
A ti Marivi!!
Bego says
Gozada Hana. Como siempre… y más que nunca esperando tus palabras en mi bandeja. Porque siempre me hacen bien.
Elegir vivir es la gran elección y yo me veo en muchas ocasiones eligiendo otra cosa (ansiedad, miedo, inseguridad), y ahí es cuando estoy eligiendo no vivir, o vivir en una zona muy desagradable. ¿Por qué? pues por creencias, hábitos de mente mal criada… La reflexión desde ese abrazo sosegado a lo más importante que tenemos y que además podemos abrazar… ahí la vida tiene todo el sentido. El agradecimiento a la vida… Elijo vivir.
Gracias maga de mi circo.
Hana says
Recuerda que la inseguridad, el miedo y la ansiedad tienen un espacio necesario en nuestras vidas, Bego! A veces, también hay que elegir el miedo y quedarse con él, verle, y dejar que luego se vaya 🙂 Un abrazo querida!!
Luis Martín says
Yo, sólo puedo decir,GRACIAS
Hana says
A ti siempre Luis!!! 😀
Gabriel says
Gracias por compartirlo. Me hace bien.
Hana says
Gracias a ti Gabriel 🙂
Silvia J. Fernández says
🙂 qué grande Hana! Te conocí a través de Antonio G, y de Bego (sánate natural) me encanta tu filosofía circense y tus vídeos! Gracias por compartir tu don. Un abrazo!
Hana says
Gracias a ti Sivia!! Y bienvenida!! :))
Tere says
GRACIAS
Albert says
¡Bravo Hana! A este articulo solo falta aplaudir, duro pero profundo.
Hace menos de un año descubrí el poder de conocerse a uno mismo, gestionar las emociones y descubrir la esencia de la vida. Todo lo que eres y de los que te rodean, de la libertad de cada persona, como eso, como ser libre.
Es una sensación como la que acabas de explicar, es la esencia de nosotros.
Un abrazo.
Hana says
Pues bienvenido a este viaje tan apasionantemente difícil!!! :))
María says
Precioso post, Hana… Aunque imagino que el miedo a la muerte (nuestro mayor miedo, donde los haya) es como un leitmotiv que aparece y desaparece. No sé si me explico: hay etapas en la vida en la que nos sentimos pletóricos y nos parece que nada podrá derrumbarnos, nada nos da miedo, ni los fracasos ni la muerte. Pero como seres humanos que somos, al día siguiente puede llegar algo nuevo a nuestra vida y volverá a destaparse algún miedo que creíamos «muerto» ayer. Al menos a mí me ha pasado.
Para mí la mayor liberación es aceptarme con mis miedos y reconocer que están ahí (eso creo que también lo aprendí de ti, y ahora lo siento mejor que nunca). Pero está claro que cada persona es un mundo, con sus etapas, sus descubrimientos… Imagino que ser madre o haber estado al borde de la muerte en aquel accidente te ha hecho ver las cosas de otra manera.
¿Sabes? Es ahora, años después de conocerte, que me acuerdo de los primeros artículos tuyos que leí y me digo: ¡pero cuánta razón tenía Hana! Antes tus posts me impactaban y me maravillaban, pero ahora siento tus palabras en mi piel. Seguramente eso que cuentas ahora me impacta pero no lo asimilo porque no lo he sentido yo… Y la única forma de integrar algo es hacerlo tuyo, ¿verdad?
Gracias por permitirme reflexionar en voz alta. Y por inspirarnos a todos 🙂 Un abrazo y disfruta de tus merecidas vacaciones!
Hana says
Hala!! Cuanta lucidez en tus reflexiones Maria, me ha encantado leerte 🙂 Verás, con respecto a los miedos, si, estoy totalmente de acuerdo contigo. La mayor liberación es aceptarlos y VIVIR con ellos 🙂
Pero este tema al miedo a la muerte es un tema un poco complejo para mi…como dices, el accidente y la maternidad, me han hecho reflexionar y sentir muchas cosas sobre la muerte.
Y fíjate que, aunque en este post hablo sobre que le he perdido el miedo a la muerte, no hablo sobre que le he perdido el miedo al dolor. Porque en ese sentido, no estoy preparada en absoluto para vivir la muerte de mis hijas.
Y ese miedo, a que le pase algo a mis hijas, está ahi, y vivo con él, lo acepto…sabiendo que este miedo ya no me dejará mientras viva…o si, quien sabe 😉
Muchisimas gracias querida <3
Inma says
Bello Hana!!!
GRACIAS
MariCarmen says
Gracias Hana!!
Me ha encantado, como siempre, todos tus post.
Me has emocionado hasta las lagrimas!
Gracias por compartir
Un abrazo lleno de luz.
MariCarmen
Hana says
Gracias a ti MariCarmen 🙂 <3
Mar says
Buenas noches, yo tampoco tengo miedo a morir, he pasado por ver el sufrimiento de ver a mi hermano como perdía a su hijo con 16 años después de un año luchando contra la leucemia, no hay consuelo, ni ganas de disfrutar de la vida, lo peor sucedió y no hay más. Quizás la muerte sería lo más liberador, un saludo
Christine says
Dum vivimus, vivamus.
Un besote Hana !!!
María says
Creo que nadie nunca estuvo, está, ni estará preparado para que mueran sus hijos. Simplemente, si ocurre, habrá que seguir viviendo. Mucha gente lo ha conseguido. Incluso, después de tiempo, y de mucho trabajo personal, ha tenido una vida plena y ni más ni menos feliz que otros seres humanos. Es una idea espantosa que los padres y las madres, cuando se nos pasa por la cabeza, la apartamos rápidamente porque solamente la idea nos destroza. Pero ahí está. Y es uno de los riesgos que asumimos cuando tenemos un hijo. Ni más ni menos.
Muchas gracias por tu post, me ayuda en mi camino de abandonar de una vez por todas (racional y emocionalmente) mi fantasía de control
Eva says
Muchas gracias Hana. Yo siento que no estoy aportando nada a este mundo, que no sé cómo hacerlo porque siempre pienso que es algo más complejo, más grande…pero al leerte me doy cuenta de lo sencillo que es y de lo complicado que lo hacemos. Me quedo con intentar dejar ese pequeño legado (que ahora mismo tampoco me parece tarea fácil, pero leyéndote lo veo posible). He anotado uno de los párrafos en un papel para tenerlo presente y recordarlo. Gracias de nuevo Hana. Gracias por compartir tu luz de forma tan generosa.
Sofi says
Es la primera vez que dejo un comentario en un post que leo. Realmente me hiciste emocionar hasta las lagrimas. No se como es tu rostro, pero siento tu esencia y es realmente increible como expresaste lo que sentis. Me hiciste sentir menos sola con este proceso de pasar de tenerle miedo a la muerte a ya no tenerlo. Saber que pase lo que pase uno se reencuentra con sus seres queridos en otro lado. Abrazo fuerte con el alma.