Pues fíjate que me gano la vida entre otras cosas, ayudando a personas adultas a gestionar sus pensamientos negativos y a no dejar que éstos controlen sus vidas, pero tampoco sabía muy bien cómo iba a trabajar esto con mis hijas llegado el momento, más allá de darles un poderoso ejemplo.
Y la verdad que soy consciente que darle un ejemplo coherente a los niños, realmente es la mejor herramienta que podemos utilizar, pero también sé que hay un recurso maravilloso que, en el caso de los niños, siempre funciona.
Los cuentos.
Y en este caso, hoy te voy a hablar de un cuento que he descubierto hace poco y que me parece una buena base para trabajar con mis hijas la autoestima, la aceptación y la confianza: Yo Pienso, Yo Soy, de la editorial Jaguar.
Es un cuento escrito por la mismísima Louis Hay, que digamos que es una de las pionera en esto del trabajo y crecimiento personal.
Y al abrir este cuento e ir leyendo las situaciones, no pude evitar acordarme de todas las veces que cuando yo era niña me creí todos esos pensamientos negativos, y cómo eso influyó de forma decisiva en las decisiones que tomé en los años posteriores, a medida que me fui haciendo mayor. Así que de repente vi claro que me encantaría que mis hijas tuviesen un poco más de consciencia en este sentido y que tengan herramientas para gestionar los pensamientos y las emociones negativas.
Pero fíjate que en ningún momento he hablado de eliminar los pensamientos negativos. Tampoco hablo de evitar el dolor.
Imagen de Shutterstock
Hablo de vivir la vida amándote incondicionalmente, sabiendo que eres perfecto como eres, en cada momento, y sabiendo que tienes los recursos necesarios para superar cualquier adversidad.
Porque en tanto en cuanto no seas una momia petrificada, la vida siempre te va a poner en situaciones que te hagan dudar de ti mismo, situaciones que van a hacer que tu confianza se tambalee. Y la clave ahí no es intentar eliminar esos pensamientos y creencias, sino generar la perspectiva que permita a los niños encontrar otras alternativas.
Pero OJO y esto es importante.
Antes de utilizar este abordaje, es imprescindible escuchar lo que este niño quiere decirte. Porque en ese momento, él está percibiendo el mundo y se está percibiendo a sí mismo de una forma negativa, y si intentas sacarle de ahí directamente, intentando que sustituya esos pensamientos negativos por unos positivos a cascoporro, él sentirá que no le entiendes…y eso puede resultar contraproducente.
Así que primero:
- Escucha
- Empatiza
- Concreta
- Ayúdale a generar perspectiva
- Y por último pasa a la acción para anclar ese aprendizaje
Y esto no es un post patrocinado, es decir, la editorial no me paga un euro por escribir sobre este libro, pero la verdad es que me ha gustado mucho cómo está planteado y siento que me va a ayudar a abordar este trabajo tan importante con mis pequeñas.
Espero que te aporte valor 🙂 ¿Y tú? ¿Tienes otros recursos para trabajar los pensamientos negativos en los niños? ¿Conoces otras herramientas para fomentar la confianza en ellos mismos y una buena autoestima? ¡Compártelos en los comentarios, please!
¡Un abrazo y gracias!
El metodo Pigmalion me parece super efectivo para los niños….y la verdad que para los adultos tambien. Besitos
Hola Hana:
Como bien decía un profesor mío, lo breve y bueno, 2 veces bueno. Excelente aportación para poder gestionar las emociones de nuestras futuras generaciones.
Cuida y pasa un bonito fin de semana!!
A mi me sirve darles autonomia para solucionar los problemas en lugar de darles la solucion. Si estan muy perdidos darle alternativas
Me ha encantado este post Hana!!!! 🙂 como siempre en el momento más oportuno. Yo sigo una idea que saque de una entrevista a Elsa Punset que consiste en hacer un lista de las cosas positivas que te han pasado en el día antes de irte a dormir. Mis hijos y yo lo llamamos el momento de las «cosas bonitas». Es importante darte cuenta de que siempre hay muchas cosas buenas en las que te puedes enfocar, incluso en días de esos no tan buenos.
Un beso guapa!!