Proceso de toma de decisiones en una empresa

No tiene la misma importancia tomar una decisión a nivel particular, personal, que hacerlo a nivel empresarial. Dependiendo de la decisión que tomes en tu empresa es posible que los beneficios aumenten y, por tanto, el negocio pueda expandirse o, también, puede ser que ocurra justamente lo contrario y, si esto ocurre, no solo está en juego tu trabajo sino también el de muchas otras personas.

Por tanto, para poder realizar una buena toma de decisiones en una empresa es importante que se preste una atención muy detallada de todas las posibles consecuencias que deriven de dicha toma pues, así, podrás valorar los pros y contras de cada camino posible a tomar.

Para que reflexiones de forma profundo sobre este tema, a continuación voy a descubrirte el proceso que debe seguir toda empresa en el campo de la toma de decisiones. Recuerda: es muy importante que reflexiones y pienses con detenimiento antes de decantarte por un camino u otro pues no solo estás tú en juego sino que también lo está el futuro de muchas personas que trabajan contigo.

• Detectar el problema principal: es importante que sepamos cuál es el problema real de la empresa y que no lo perdemos de la mente. Saber qué queremos solventar nos ayudará a simplificar la decisión y actuar en consecuencia.

• La elección de herramientas: para poder analizar mejor qué decisión tomar te recomiendo que analices los métodos que tendrás que seguir para solventar el problema. Escoge aquel que sea más efectivo y sencillo de realizar para que, así, la solución sea rápida y lo menos dañina posible.

• Aprende a priorizar: seguramente tienes más de un frente abierto que quieres resolver pero lo mejor es que vayas poco a poco, sin prisa pero sin pausa. Haz una lista de prioridades y ordénalas desde mayor a menor importancia, así ya habrás establecido el plan de actuación.

• El plan B: y una vez hayas escogido una decisión, igualmente importante es que tengas un plan B, es decir, una alternativa estudiada que podrás seguir en el caso de que la decisión no haya sido la correcta.