Hay ocasiones en nuestra vida que puede que nos preguntemos si algo realmente nos conviene: un empleo, un nuevo amor, un cambio de residencia… El no controlar el futuro hace que no podamos estar 100% seguros de nuestro presente pero, si somos realmente sinceros, nos percataremos de que la respuesta está en nuestro interior.
De todas formas, hallar la respuesta no siempre es un camino fácil pues nos dispersamos en un camino plagado de emociones, incertidumbres y miedos. Así pues, si quieres aprender cómo saber lo que no te conviene, a continuación voy a echarte una mano para que puedas detectar cuál es el camino más adecuado para ti.
Piensa en el futuro
Una de las mejores maneras de poder determinar si algo te conviene o no es analizando las posibilidades de futuro que esa situación te aporta. Por ejemplo, si estás con una pareja que te hace plantearte esta pregunta, te animo que reflexiones sobre si vuestra relación tiene futuro, ¿te ves en cinco años aún con él/ella? El mismo tipo de pregunta puede extrapolarse a otros aspectos de tu vida: trabajo, situación familiar, etcétera.
Valora sinceramente tus sentimientos
Aunque queramos autoengañarnos, lo cierto es que, en el fondo, todos sabemos lo que queremos. Y si no lo ves tan claro, te aconsejo que te detengas un momento, pienses, reflexiones y, si hace falta, escribas el típico listado con los pros y los contras. Aunque parezca una tontería, este listado ayuda a despejar la mente y a que percibamos qué es lo que realmente queremos.
Por qué te estás haciendo esta pregunta
Responde sinceramente: ¿por qué quieres saber qué es lo que no te conviene? Seguro que esta pregunta ha aparecido en tu mente porque hay algo que no termina de convencerte, algo que no ves del todo claro. Si empiezas a tener dudas acerca de una situación, párate a pensar en ella porque la intuición no es algo que debamos dejar en un segundo plano, debemos escucharla y ver qué nos está diciendo.
Deja una respuesta