Las personas humanas cometemos errores. Es algo habitual y muy natural en nuestra existencia. El motivo es que no somos perfectos, no podemos predecir el futuro ni saber, a ciencia cierta, si algo nos conviene o no. Pero, en parte, ahí está la magia: la incertidumbre, el desconocimiento, la falta de control… La vida puede ser maravillosa y llena de experiencias, por tanto, tenemos que ser valientes y dejar atrás los miedos y las inseguridades.
No obstante, es normal que ante una situación concreta nos preguntemos cómo saber qué nos conviene: si debemos escoger un trabajo u otro, si esa persona nos hará felices o nos hará daño, si debemos aceptar ese puesto en otro país o quedarnos donde estamos… Existen muchos caminos a tomar en la vida y, antes de decidir cuál escoger, es importante que reflexionemos un momento y pensemos en lo siguiente.
¿Qué es lo que realmente quiero?
Saber si algo te conviene o no te conviene es algo un tanto complicado. Nadie sabe si, a la larga, eso terminará bien o mal. Por eso, te recomiendo que apartes esa pregunta de tu mente y, en su defecto, entiendas quién eres hoy y qué buscas de la vida; de este modo, seguro que no te equivocarás.
Por ello, te animo a que seas totalmente sincero/a contigo mismo, a que valores los pros y los contras y que veas qué es lo que realmente quieres. Escucha tu interior y analiza tus sentimientos, siguiendo ese camino es difícil equivocarse.
Y si me equivoco, ¿qué?
Esta es otra de las cuestiones que te animo a que reflexiones. ¿Qué pasaría si te equivocaras? Nada. De verdad. Nada. Puedes perder un trabajo, ¿y qué? ¡Ya encontrarás otro! La vida es prueba/error y debemos ponernos a prueba, salir de nuestra zona de confort y hacer aquello que tanto queremos hacer, aunque podamos equivocarnos. De los errores se aprende así que ¡a aprender!
Deja una respuesta