¿Sabes que existen diferentes tipos de autoestima? Seguro que más de una vez te has encontrado con alguien en tu vida al que ves seguro de sí mismo/a, que habla con mucha elocuencia y que tiene unas ideas firmes y convincentes. Y, también, seguro que alguna vez te has encontrado con esa otra persona que es justo lo contrario: alguien que habla con la boca pequeña, que no suele dar su opinión y que su seguridad puede desvanecerse de un solo plumazo.
Ambas personas tienen autoestima pero, está claro, no tienen el mismo tipo. Así pues, a continuación quiero detenerme en los diferentes tipos de autoestima que existen y que podemos encontrar a lo largo de nuestra vida pues, aunque esté en niveles bajos, todo el mundo tiene autoestima. Es un error muy común decir «Este tipo no tiene autoestima» porque sí que la tiene, por supuesto, tan solo que su tipo es distinto al tuyo.
Autoestima inflada
Los extremos nunca son buenos. Y en el campo de la autoestima tampoco. Tan malo es tener una autoestima por los suelos que tener una autoestima inflada pues, las dos vertientes, no te dejarán ver la realidad como es de verdad y tendrás una visión distorsionada tanto del mundo como de ti mismo.
Cuando hablo del tipo de autoestima «inflada» me refiero a esas personas que se creen superiores a los demás, que consideran que están por encima del resto y que hablan con un despotismo que suele repeler a los demás. Esta clase de autoestima hace que el sujeto se sienta superior al resto y, por tanto, es muy fácil que se desinflen porque, en cuanto encuentren a alguien que es igual o más válido, empezarán a temblar sus cimientos.
Autoestima alta
Es el mejor tipo de autoestima que existe. Tiene lugar cuando una persona se siente a gusto consigo mismo, se siente seguro con sus convicciones y no tiene miedo de decir lo que piensa o lo que siente. Son esas personas que se valoran, se respetan y se quieren pero sin que se eleven por encima del resto, como ocurría en el caso anterior.
Esta es la autoestima que se considera la más positiva pues es la que nos permite tirar hacia adelante con cualquier proyecto que nos pongamos en la mente, creer en nuestras propias cualidades y luchar para conseguir vivir la vida que queremos.
Las personas con este tipo de autoestima se aceptan y se valoran a ellas mismas. Es una autoestima que se conoce como positiva, pues logra hacer que la persona llegue a estar satisfecha con su vida. ¿Esto implica que no habrá barreras y muros que saltar? En absoluto, pero la confianza en uno mismo y la valentía de enfrentarse a los problemas que puedan surgir hacen que todo sea mucho más fácil.
Autoestima baja
Cuando una persona no se quiere, no se siente a gusto consigo misma o tiene muchos complejos, es cuando decimos que tiene baja la autoestima. Esto, al igual que ocurría con el primer caso, también es una situación problemática pues puede producir que esta persona deje de vivir con entusiasmo y termine conformándose con la vida que le ha tocado vivir, como si él o ella no tuvieran (o no quisieran tener) poder de decisión.
Se tiene que luchar para subir la autoestima pues, de este modo, conseguiremos mejorar nuestro día a día y hacer que estemos orgullosos de ser quiénes somos y tengamos ganas de vivir al máximo nuestra vida.
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