Si te hiciese la típica pregunta de coaching: ¿qué quieres realmente para tu vida?, estoy segura de que me contestarías lo mismo que contestaría yo. Y lo mismo que contestaría tu vecino y lo mismo que contestaría la cajera del supermercado y lo mismo que el estudiante de Medicina. Lo mismo que el barrendero y que el broker.
TODOS ellos quieren sentirse bien y ser felices. Tú también. Yo también. Todos, en mayor o menor medida, queremos lo mismo de la vida: queremos tener éxito, queremos conseguir nuestros sueños, recibir el reconocimiento de los demás, ser guapos y estar buenorros, tener un trabajo de la hostia, ser libres y tener pasta, hacer lo que nos gusta, tener una familia perfecta, relaciones sentimentales idílicas…
Pero sobre todo:
TODOS queremos que sea FÁCIL
Y por que quieres que sea fácil y casi NUNCA lo es, y no estás dispuesto a pagar el precio que te supondría conseguir esa meta, te fabricas una batería de mentirijillas o excusas, a las que acudes cada vez que te sientes asquead@ con la vida que llevas.
¿Te suena?
Pues estoy a punto de darte una alternativa 🙂 Sigue leyendo, por favor.
Creo entonces que, en lugar de hacernos la pregunta «¿Qué quiero para mi vida?», sería mucho más interesante hacernos otras dos preguntas, cuyas respuestas si son verdaderos determinantes de como se desarrolla cada una de nuestras vidas.
Imagen de OBERAZZI
La primera es:
¿Qué precio estoy dispuest@ a pagar?
Porque por todo hay que pagar un precio, me imagino que lo sabes.
Yo siempre he querido ser deportista. Siempre he querido amar el deporte. Siempre he querido tener un cuerpo atlético y el culo duro. Siempre he querido levantarme por las mañanas con unas ganas irrefrenables de montarme en la bici o ir a machacarme al gimnasio. Pero no es así. Porque, en realidad no me apetece nada soportar ríos de sudor míos y ajenos, ni los calambres musculares…no estoy dispuesta a hacer, al menos por ahora, un montón de ejercicios monótonos y repetitivos que NO disfruto haciendo, cuando tengo un trillón de otras cosas que hacer. Así que me conformo con hacer un poco de ejercicio, lo justito para sentirme bien y evitar que mis carnes sean víctimas precoces y mortales de la implacable ley de la gravedad.
Y esto es algo que no me ha quedado más remedio que aceptar. ¿Por qué? Pues porque llevo toda mi vida así y, como todavía no he conseguido convertirme en una mujer deportista, realmente creo que ha quedado claro que realmente eso NO es lo que quiero. Perfecto. A otra cosa, mariposa.
¡¡¡SI!!! ¡¡¡ME CONFORMO!!!
Y lo digo sin despeinarme…mientras me como un par de pastelitos de Lujuria Vegana 🙂
Pero, también, sobre todo en las últimas semanas, me he preguntado muchas veces si estoy dispuesta a pagar el precio de ser emprendedora: la incertidumbre, las dudas, el millón y medio de decisiones que tienes que tomar cada día, los meses malos, las críticas, la sobre-saturación de responsabilidad y trabajo, las decepciones constantes, los fracasos, el miedo y las montañas rusas emocionales. Y lo que he descubierto es que me siento muy cómoda en este ambiente de riesgo e inestabilidad por lo que el precio que pago por ser emprendedora es un precio que SI disfruto.
Y en los momentos difíciles, esos en los que estás hasta arriba de mierda, a punto de abandonar y, sin embargo, encuentras una débil llama de motivación en tu interior para seguir adelante, de repente sabes con certeza que estás luchando por algo que verdaderamente te importa.
Porque deseas con toda tu alma la parte «buena» pero también aceptas y estás dispuesto a soportar la «mala».
Porque la vida NO es lineal. De hecho, la vida más bien es un puñetero lío…¿o no? Yo se que a mi amigo Miguel no le va a parecer bien que diga esto pero yo considero que las mejores cosas de la vida (plenitud, realización…) solo pueden conseguirse pasando por las peores (sacrificio, lágrimas…) es decir, no puedes llegar a un extremo sin haber probado el otro. Por eso luego sienta tan bien cuando llegas 😉
Y un ejemplo perfecto de esto es lo que sucede en el circo…¿o te crees que los artistas del Circo del Sol no han sufrido lo IN-DE-CI-BLE para crear tanta belleza?
Quizá te sorprenda que una O.I. {Optimista Irreductible} como yo te esté contando esto. Pero es que yo, aparte de optimista irreductible, soy también una Optimista Pragmática. Unicornios los justos, please.
Porque como dijo Bukowski:
“What matters most is how well you walk through the fire.” «Lo que realmente importa es saber atravesar el fuego»
¡¡¡YEAH!!!
Así que, por favor, hazte esta otra pregunta, quizá la más importante que puedas hacerte:
¿Por qué metas en mi vida estoy dispuest@ a sufrir?
Y con respecto a lo demás, con respecto a todo eso que sigue pululando desde hace siglos en tu mundo de cosas-por-hacer-que-te-encantaría-conseguir-y-todavía-no-has-podido, deja de mentirte por favor. Acepta que te estás conformando y que no pasa absolutamente nada.
Y reserva tu energía y tu pasión para todas aquellas cosas por las que si estás dispuesto a atravesar el fuego.
Y ve a muerte a por ellas. Ya. Ahora. ¡Estás tardando!
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Y no te pierdas el VideoViernes de la semana que viene porque voy a hablar de la resiliencia y sobre reponerte y seguir adelante cuando lo único que quieres es abandonar. ¡Te espero por aquí! 🙂
¡Gracias!
Roxana says
LISTA PARA EL FUEGO!!
Mejor dicho en pleno asador, y con el culo blando: pero nadie se murió por eso todavía, no?
Y un "buh!" para los que viven y predican que no se vale ir por donde disfrutas: pues sí!!, se vale y si no prueben lo bien que se siente.
Hana siempre en la tecla, gracias!!
Hana says
Jajajaja!! A por el fuego, Roxanaaaa!!! 🙂 ¡Abrazo!
Carolina says
Qué bueno Hana!
Si! La vida es un auténtico lio!! Admiro el gusto que le tienes al carrousel emocional del emprender, a ver si logro cogerlo yo también, me quedo con tu frase: Reserva tu energía y tu pasión para todas aquellas cosas por las que si estás dispuesto a atravesar el fuego, y con muchas más, ya sabes! 😉
Un besazo!
Hana says
Hola Carolina! YO creo que, al final, no queda más remedio que acostumbrarse al carrousel, la montaña rusa y el tren de la bruja que supone emprender. Dale caña amiga!!! Aquí estamos para apoyarnos los unos a los otros :))) ¡Buen fin de semana!
AntonioParcela says
No, no…. 🙂 yo no te voy a contar por qué me merece la pena luchar……. me lo tendría que sacar a la superficie un coach de nivel.
Con todos los coachs que hay en el mercado, seguimos faltos de coachs/mentores directos. ¿Y de entre todos los coachs por qué tú?. Porque eres un ejemplo: una persona que no se conforma fácilmente, que sabes lo que cuesta llegar, que ha sentido miedo-ansiedad-incertidumbre-… y también el placer de la satisfacción personal al conseguir cada "parada" de su meta.
Quien te escoja como guía, hará una buena elección……..Hana: sigues molando……..
Ya sabes que yo personalmente espero (al menos) aprender dos cosas de ti:
– Tu forma de organizarte/planificarte que lo debes hacer bien, bien para todo lo que estiras el tiempo, y
– La resiliencia filtrada por las sensaciones de Hana: se que durante años has estado en ambos lados de la línea de estar bien y no tan bien… con lo que espero ya tu próximo post. #Impaciente.
Un saludo. Grande.
Hana says
HOla Antonio!! ¿A qué te refieres con coach/mentores directos? Tengo que decir que esta crisis me ha transformado…bueno, creo que todas las crisis nos transforman si estamos muy pendientes a que cambia dentro y fuera de nosotros. Y me gusta lo que veo y creo que se va a reflejar en la forma en la que escribo.
Con respecto a lo de la organización, pues tengo poca estrategia ahora mismo. Voy trabajando por impulsos…tengo que organizarme más.
Yo también tengo ganas de hablar sobre resiliencia!! 🙂
¡Un abrazo!
AntonioParcela says
Buenas Hana:
Con coach directo me refiero a dos sin intermediarios en medio, frente a frente, one-to-one. Personalizado.
Me suena haberlo leido referente a los psicólogos del deporte.
Buen día……..
Hana says
Si, efectivamente, el coaching también se hace one-to-one…a mi no me queda más remedio que hacer mucho coaching online, pero lo suyo es el directo 🙂
Pak Escudero says
Todos queremos ser felices, es cierto….
Cuando éramos niños nuestros mayores nos decían que abriéramos bien los ojos, que miráramos bien por donde pisábamos, por donde íbamos, que vigiláramos lo que hacíamos. Ese es el precio que habríamos pagado para ser hoy en día ser más felices, sin embargo, nos acomodamos, es cierto…
A mí me falta un mundo mas justo para alcanzar esa meta.
¡Despertemos ante tanto fango de desigualdades!
Gracias, Hana. ¡Buen trabajo!
Hana says
Hola!! Yo creo que todos podemos hacer algo para hacer del mundo más justo…quizá no se note en el entorno inmediato, pero yo confío mucho en la intención que le ponemos a las cosas.
Gracias a ti por pasarte por aquí 🙂 ¡Un abrazo!
Ana Bizarro says
Hoy me lo pones a EGG …
Con tu primera parte no estoy de acuerdo: es como los que dicen que ellos no pueden estudiar, todos podemos.
Con lo que no podemos es con la competitividad que se crea entorno a ciertos temas, y el deporte es uno de ellos. Si no estás en el pelotón ¿no vales? De eso nada, rien de rien!!
Como ya sabes mi reto es introducir el deporte en el ámbito laboral porque estoy cansada de ver lo cascada que está la gente con tan solo 40 años!!
Todos podemos hacer deporte y que sea fácil pero también es verdad que hasta ahora no lo han puesto más que difícil.
Lo mismo pasa con emprender … Todo se resuelve entrenando con diversión.
El lunes publicamos #cañasblogger en Guipúzcoa y te queremos entre nosotros. Te lo pondremos fácil, fácil.
¡Hoy he metido un poco rollo, pero seguro que me perdonas! ¿ó no?
Hana says
Hola compi!! Yo no digo que no yo no pueda tener un cuerpo atlético…¡claro que puedo!! Pero ahora no está entre mis prioridades, no me motiva lo suficiente por lo que, como tengo una energía y tiempo limitados, prefiero dedicárselos a lo que si enciende mi llama!! 🙂 Y ya he dejado de luchar con el tema de los gimnasios…ya lo he aceptado 🙂 porque a mi lo que me gusta es bailar, subir al monte, pasear…
Creo que todos podemos hacer lo que nos propongamos pero tenemos que buscar la forma en la que conectemos con la motivación que nos va a ayudar a seguir adelante y a generar la disciplina que necesitamos.
Me parece fascinante tu proyecto!! Mi marido es bombero y tiene 42 años y parece un chaval! Y cuando veo a algunos amigos suyos de la misma edad y que trabajan en oficinas, parece que tienen 15 años más!! VAs a hacer mucho bien!!! 😀
Gracias por el rollo, querida!!! Me quedo pendiente de lo de las #cañasbloggers…no se si podré ir pero lo voy a intentar 🙂
Mua!!
Enrique Vidal says
Hola Hana, a mi me empuja a atravesar el fuego la sensación de Libertad. Tengo muchos sueños por los que luchar pero ninguno de ellos puede ser realizado si estoy 12 horas al día en una oficina con alguien que me dice cuándo puedo comer, cuando puedo entrar, salir.
Por ello desde hace mes y medio tomé la decisión, en plena crisis, de abandonar mi trabajo en el cual tenía un buen sueldo y éxito.
Y créeme que comprendo perfectamente lo que cuentas. Este primer mes y medio ha estado lleno de emociones, positivas y negativas, miedos, estrés, pero también una gran satisfacción interna y una sensación de libertad que jamás había sentido.
Gracias por inspirarme con tus mensajes y un abrazo fuerte.
Hana says
Enhorabuena Enrique!!! Creo que, a la mayoría de los que decidimos un día renunciar a los trabajos por cuenta ajena que nos esclavizan, nos mueve una necesidad física, mental y emocional de LIBERTAD. Y si no la conseguimos, vivimos amargados…ese es el precio que pagamos por conformarnos en algo tan importante: una vida amargada y sin sentido.
¡Te deseo suerte, esfuerzo, disciplina, determinación y magia para este nuevo camino que acabas de iniciar!
¡¡Un gran abrazo!!!
Miguel says
Yo estoy de acuerdo y no lo estoy Hana; pero siempre te agradezco que cada Viernes traigas un nuevo post porque nos llenas el alma con tu energía y tus reflexiones.
Sobre lo que planteas este Viernes creo que hay que matizar.
En sí mismo al sufrimiento le pasa como al miedo. Usando tus palabras, hay que "hacerse coleguita suyo", y hay que hacerse coleguita suyo porque es parte esencial de lo que somos. Ya nacer es doloroso, como es doloroso echar dientes y que se te caigan de la misma manera cuando nos vamos de aquí, lo hacemos sin saber a dónde ni porqué.
Hay una señal inequívoca de que las cosas no van bien y es cuando el mundo te deja de doler o importarte lo suficiente para que te de miedo.
Pero creo que por encima de eso, que yo acepto, está la cuestión de que uno nunca elige aquello por lo que sufre sino que como depende de otras personas para ejercer sus libertades (en plural) es la sociedad la que establece en sus valores hegemónicos aquello por lo que puedes o no puedes sufrir.
Creo que finalmente ninguna persona puede causarse sufrimiento sin afectar a los que le rodean. Y creo que también hay una mezcla insana entre la moral cristiana y sus referentes de martirio y la sociedad capitalista y sus referentes meritocráticos. Creo que es insana porque son valores basados precisamente en el miedo. En miedo cristiano de ir al infierno y el miedo al fracaso vital y la pobreza. De alguna manera nos azuzan con toda esa moral y lo utilizan para que soportemos más sufrimientos de los necesarios. No siempre la gente que vende el miedo y se somete a un régimen de sufrimiento y sacrificio acaba por conseguir aquello que se propone y lo estamos viendo muy claramente ahora.
Entre todos los valores sociales que imperan yo lo tengo claro: mi familia es la razón por lo que estoy dispuesto a sufrir y pasar cuantos infiernos sean necesarios porque todo lo que soy ha pasado, pasa y pasará por ellos más que por ningunas otras personas en el mundo.
Con los proyectos personales creo que ocurre lo mismo, que dependemos de los demás y que con los demás debemos luchar para conseguir cosas. Pero contra ellos sino con ellos. Por eso creo que la asertividad es tan importante porque es algo que se puede dirigir tanto a ti mismo (bien) como a los demás (mejor aún).
Un abrazo a todos..
Hana says
HOla Miguel!! Bienvenido!!! Yo estoy de acuerdo contigo también en varias ideas, sobre todo con la primera parte. Con eso de que dependemos tanto de la sociedad y los demás no tanto, pero me ha gustado mucho leerte y entender tu punto de vista.
En cualquier caso, también coincido contigo en que una de las razones principales por las que casi todos estaríamos dispuestos a atravesar el fuego es la familia!! 🙂 ¡¡Un abrazo!
hebe says
estas dos preguntas están comenzando a hacerme mucho ruido. Espero q lleguen a hacer el suficiente para poder encontrar valor y fuerza para poder encontrar la manera de terminar un ciclo laboral de nada más y nada menos que de 27 años. Tengo ganas de disfrutar plenamente algo nuevo,
De todos modos me gustaría saber si tengo la posibilidad de poder escribirte a algún lugar en forma privada. No estoy preparada para compartir tanta intimidad. Aún no!! A lo mejor en algún momento pueda con algunos miedos y prejuicios y pueda hacrerlo. Un gran cariño
Hana says
HOla Hebe!! 27 años!!! Madre mía!! Es normal que cueste romper con un trayecto de vida tan largo…yo también espero que encuentres la fuerza y la determinación suficientes como para hacer lo que te dicta el corazón 🙂
Ya he recibido tu email por lo que entiendo que ya has encontrado la forma 🙂 ¡Un abrazo!!
Miguel says
Hola Hana, si que me parece bien que digas que "las mejores cosas de la vida (plenitud, realización…) solo pueden conseguirse pasando por las peores (sacrificio, lágrimas…)". Lo que no estoy es de acuerdo. Soy más de la opinión de que "las mejores cosas de la vida son sencillas y gratis".
Hay otras cosas que también quiero que no son sencillas, ni gratis, sino que son terriblemente complicadas, van acompañadas de un montón de trabajo y que además acojonan. Entonces me pregunto ¿cómo me voy a divertir mientras las consigo? y si no encuentro una respuesta a esta pregunta… le doy otra vuelta para ver si realmente quiero eso.
También me viene a la cabeza una pregunta de Richard Bandler que suele hacer mi amigo http://www.javiermalonda.com/ que es ¿Cuánto placer puedes soportar?
Y respondiendo a tu pregunta NINGUNA. No estoy dispuesto a sufrir por ninguna meta.
Hana says
Hola Miguel!! Yo también creo que las mejores cosas de la vida son gratis pero no creo que sean sencillas. Para nada!!! 🙂 Indudablemente, cada uno tiene una experiencia vital que condiciona su percepción de las cosas…por eso creo que tú y yo podríamos debatir ad infinitum porque nuestros «mapas» como les llamas tú, son MUY diferentes.
Yo si estoy dispuesta a sufrir por mis metas. Es más, si una meta no implica un cierto grado de sufrimiento, desconfío de ella jajaja 😉
Muy buena pregunta la de Richard Brandler…voy a ver donde me lleva!
Un abrazo!!
sika says
Interesante post (como todos).
Mi empresa está a punto de cerrar y estoy segura que ahora, se me brinda una gran oportunidad de cambio y expansión; el «problema» que encuentro es que no sé hacía donde quiero que me lleve este cambio, y me asusta bastante.
No sé si soy buena en algo, o si quiero serlo… mi cabeza ahora mismo es un caos que espero solucionar en breve!
Un saludo,
Hana says
Hola Sika!! Bienvenida!!! Y enhorabuena por esa actitud 🙂 Porque, aunque ahora no sepas para donde tirar, al menos ves que puede haber una oportunidad en tu situación.
En este blog puedes encontrar bastantes artículos relacionados con encontrar un camino…espero que te resulte útil!!