Voy A Cambiar De Vida. Así De Increíble.

En Septiembre del año 2014 te escribí un email con este título: «La mediocridad me acecha. Y necesito tu ayuda«. En este email te hacía la siguiente pregunta: ¿sobre qué quieres que escriba?

La respuesta fue arrolladora. Decenas de emails en mi bandeja de entrada, compartiendo conmigo temas, inquietudes, preocupaciones, sueños, miedos reales…sobre los que escribir un post o hacer un video. Durante todos estos meses he ido leyendo poco a poco estos emails y tomando nota. Y el otro día abrí el que me escribió Eva, que me comentaba lo siguiente:

Hola Hana,
Se me ocurre que podrías contar experiencias reales de la gente con la que has trabajado en tus cursos (modificando datos y nombres para proteger su intimidad) y de esta forma a los que estamos en esa situación (la de querer cambiar de alguna forma nuestras vidas pero no saber por dónde empezar) podríamos vernos reflejados en esos casos y convencernos de que sí es posible el cambio, pero también contar no sólo los casos exitosos, sino también los fallidos, analizando por qué hay gente que se queda en el camino… Algo así como el apartado «Mi Huella» de tu blog pero que no solo sean alabanzas sin más, sino contando qué pasó en cada caso, cuál era el objetivo o problema de cada uno y cómo encontró (o no) la solución.

Y dos días después de leer este email, me contactó Lyra (nombre inventado de una mujer cuya información no voy a compartir por razones personales) para contarme justo lo que Eva me estaba pidiendo.

Y esto es lo que voy a compartir contigo en este post. Y no lo comparto contigo para echarme flores o porque quiera venderte nada…de hecho, en este momento, y si te das una vuelta por mi web, verás que no tengo nada que venderte. Literalmente. Lo comparto contigo por que quiero que veas, compruebes y sientas que ES posible cambiar de vida…que está a tu alcance. Ahora.

No te pierdas su historia. Una historia tan real que emociona y te pone los pelos de punta. Podrías ser tú 😉

Hace alrededor de dos años, empecé con Hana unas sesiones de coaching. Venía de un momento personal muy difícil y no sabía qué hacer con mi vida, hacia donde focalizar. Después de esas sesiones continué con una actividad grupal y luego participé en Enmagiate.

Siempre con esa pregunta básica, fundamental y recurrente en mi vida.

¿Qué quiero hacer?

¿Qué quiero ser?

Pese a que no logré encontrar la respuesta a esa pregunta tan fundamental después de estas actividades con Hana, cada vez que terminamos un “ciclo”, sentí que mi vida era mejor.

Y ¿por qué?

Porque Hana tiene la virtud de hacerte sentir bien. De hablarte con una franqueza y una sinceridad con la que poca gente te hablará. Y es tan sabia y a la vez tiene tanto sentido común y es tan cercana…que todo lo que dice se te queda resonando en la cabeza.

Y durante estos dos años Hana ha sido una gran compañera. Una compañera a la distancia porque hasta hace un mes o dos, nunca había estado con ella en persona. Pero Hana tiene la capacidad de ayudar, de acompañar, de sacudirte del almohadón de comodidad donde te sientas y del que luego no puedes salir. Hana te dice las cosas en el momento justo.

Y de pronto, cuando menos te lo esperas, por un comentario menor de una de mis compañeras de Enmagiate, se cae el telón. Y la respuesta a todas esas preguntas, esa respuesta que vengo buscando dentro y fuera de mi: está ahí, tan cerca. Y en ese momento todo se ordena.

Y, de la nada, aparece una oportunidad de oro para materializar el cambio que vengo deseando, fraguando dentro de mi, lento, poco a poco. Un camino que no ha sido lineal ni inequívoco, pero que de pronto, un día toma forma.

Y todo tiene sentido.

Y hoy por fin, entiendo eso que escuché decir a Hana, de que las cosas que verdaderamente queremos son las que nos dan un miedo tremendo, las que nos hacen doler las tripas de los nervios. Y son aquellas decisiones que  sabemos que harán que nuestra vida ya no sea igual antes y después.

Y en ese momento me encuentro.

Con la sensación de estar al borde de un abismo, escuchándome respirar…

Pensando y sintiendo con todos los poros.

Y este paso que voy a dar tiene muchas complicaciones y muchos riesgos. Como digo, al borde de un abismo. Y sin embargo, me siento superpoderosa. Me veo a mi misma como la protagonista de un videojuego en el que saltaré abismos y pelearé con los mas temibles orcos y monstruos…

¿Y el miedo?

Hoy el miedo no me da miedo.

Porque he tomado una decisión, porque se que es esto lo que quiero.

Y entonces todo toma otra dimensión. Siento que tengo puesto un traje de heroína que me protege de todos estos peligros. Peligros que están ahí y que se que me alcanzarán pero siento que tengo herramientas para que no se conviertan en obstáculos insalvables, y tengo la confianza de que podré salvarlos. Y por suerte, a diferencia de un videojuego, tengo una sola vida, pero que vale por unas cuantas 😉

¡Y esta convicción que siento es tan tan fuerte! Es una sensación interna, una certeza como pocas he sentido en la vida. Es esto lo que quiero hacer. Y todo lo demás se acomodará. Todo se andará. Sinceramente, no me preocupa.

Y esto no quiere decir que me de igual todo, y que piense las cosas a la ligera. Sino que cuando esa certeza llega, llega. Y es así. 

Y no dejo de agradecer todo lo que ha sucedido en el camino.

Todo me ha hecho llegar a donde estoy ahora.

Y todo me ha servido para tomar hoy una decisión de vida.

Y no he dejado de agradecer a quienes han estado presentes, a quienes me han ayudado de una manera u otra en este camino. Siento que hay un antes y un después.

Porque voy a cambiar de vida. Así de increíble.

Y claro que es posible.

Qué me parece importante compartir de este recorrido:

– No perder la confianza, no desesperar. Confiar y agradecer. Confiar y agradecer. Es sencillo, mucho mas de lo que creemos.

– El poder que tiene el deseo bien formulado. El hablar conmigo misma de manera clara. A partir de reconocer lo que quiero hacer, en nada, aparece una manera de llevarlo a cabo.

–Nada como la intimidad y la privacidad para tomar grandes decisiones. Este es otro elemento que me parece fundamental. Y es que, excepto dos o tres personas que son muy importantes para mí, el resto no sabe NADA de esto. Estamos tan acostumbrados  a publicar en facebook, a que todo el mundo opine, a favor o en contra… Sin duda tendré que preguntar muchas cosas y así tendré ayuda en las mil y una que tengo que hacer. Pero ese espacio y esa ausencia  de voces opinando, me han dado la claridad para poder darle lugar a lo que me está pasando. Mindfulness…

A veces, y como nos cuenta Lyra con la bonita metáfora del videojuego,  es necesario que te pongas el traje de súper heroína o súper héroe para atreverte a tomar esa decisión irrevocable que te cambiará la vida y que te ayudará a conseguir la fuerza, la determinación y el compromiso necesarios para poder ir saltando los abismos, montañas, y obstáculos…e ir pasando de pantalla.

Pero luego, es igual de importante entender que tu momento vital actual es solo una parte más del proceso, independientemente de donde te encuentres. Y que las oportunidades se disfrazan de muchos colores y sabores. Intensos y sutiles.

Y confiar en este mismo proceso…

Para poder ver la luz cuando todo parece tan oscuro.

Imagen SuperGirl de Shutterstock

Y quizá a ti lo que te funcione no sea mantenerte en silencio sino contárselo a todo el mundo para generar un compromiso externo. O pasar continuamente a la acción y no irte tanto para adentro → Este relato es la receta de Lyra. Y tú has de encontrar la tuya.

Pero en cualquier caso, para que funcione…

Todo ha de empezar con una decisión irrevocable.

Y ponerse a ello.