Esta semana me he pillado un catarro impresionante. Tengo que agradecerle a mi hijita la deferencia que ha tenido conmigo al contagiármelo. Me alegra ver que, aunque es muy pequeña, ya está aprendiendo que en la vida, a parte de recibir, hay que compartir. Aunque sea un resfriado 😉
Hemos estado solas desde el domingo así que, entre su catarro y el mío, llevo prácticamente toda la semana sin poder trabajar. Sesiones de coaching y mentoring canceladas. VideoViernes cancelado. Y otros muchos planes cancelados. Este post, que escribo desde la cama, es prácticamente lo único que he podido hacer. Ha sido una semana dura, intensa y agotadora así que me parece un momento ideal para hablar sobre la PASIÓN 😉
Es el comienzo de una micro-poesía de María José Martín de la Hoz y que leí a principios de semana en el muro de FB de mi querida amiga Rebeca (Pulga).
Cuando leí estas palabras, me di cuenta de que conformaban un radiografía perfecta del transcurso de mi vida.
Ardiendo. Acometiendo cualquier proyecto vital con absoluta pasión, avivando el fuego desde el principio pero reduciéndolo a brasas de repente; solo para volver a convertirlo en hoguera, en incendio después. Y otra vez de vuelta a las brasas.
Siempre ardiendo.
Y ardo porque, en realidad, soy una Flor de Fuego (Hana Bi). La única paradoja es que, al final, me haya casado con un bombero 😉
Pero…¿es la pasión sinónimo de fuego? No. La pasión puede ser como el agua, que siempre fluye y se adapta. O como el aire, que es ligero y delicado. O como la tierra, firme y sólida. O puede ser como tú quieras que sea.
Por que lo importante no es la forma, lo importante es que la sientas.
Hace varios años, justo unos días después de mi accidente, un amigo me regaló un libro llamado «El Guerrero Pacífico«.
En este libro, uno de los personajes principales es un tipo muy sabio llamado Sócrates.
En una de las conversaciones del libro, Sócrates dice algo que, en aquel momento y, por razones obvias, me hizo reflexionar mucho:
La muerte no es triste. Lo verdaderamente triste es que, la mayoría de las personas, en realidad no viven.
Y no viven porque pasan por sus vidas adormecidos, tomando decisiones de forma mecánica, atenazados por el miedo, totalmente desconectados de quiénes son y qué es importante para ellos. Totalmente desconectados de sus emociones.
¿Y qué significa realmente VIVIR?
Para mi es esto. Para ti puede ser algo diferente.
En cualquiera de los casos, VIVIR significa ser consciente y darle prioridad a lo que es importante para ti y aceptar y experimentar todo el rango de emociones que puedes sentir. Desde las más gratas hasta las más dolorosas.
Si. Las emociones (todas) son VIDA.
Y en esto último es donde nos atascamos y huimos hacia atrás. No queremos sentir dolor bajo ningún concepto. Nos da miedo, nos aterroriza.
Yo he vivido adormecida muchísimos años. Rechazando en banda cualquier indicio de emoción dolorosa. Llenando mi vida de experiencias que me hiciesen olvidar el dolor pensando que así desaparecería. Experiencias que se tornaban vacías y que nunca llegaba a disfrutar plenamente.
Y es que, como mencionaba en el post de la semana pasada, lo que he descubierto es que hasta que no te das total permiso para sentir todas esas emociones que dan tanto miedo: miedo, desesperación, culpa, confusión, soledad, impotencia, tristeza o angustia, nunca puedes sentir auténtico amor, auténtica alegría, plenitud, generosidad, libertad o pasión…
Y por cierto que, la PASIÓN [del verbo en latín patior, que significa sufrir o sentir], es una de las emociones que nos conecta de forma más pura con la VIDA.
Así que, cuéntame…
¿Cual es la última vez que has sentido auténtica pasión?
Porque si te cuesta responder a esta pregunta, deberías hacer una auditoría exhaustiva de tu vida, de tus motivaciones y de las decisiones que estás tomando cada día. Quizá descubras que has elegido vivir en ese limbo anodino donde nada es demasiado bueno ni demasiado malo.
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Lola says
Me ha escocido un poco la última parte del post.creo que me lo voy a releer y a empezar a buscar un auditor,aunque pensandolo bien tú serías la auditora perfecta!
Hana says
Hola Lola!! Jajaja! Lo que puedo decirte es que la mejor auditora para ti, eres tú misma!!! 😀 Y si necesitas cualquier cosa, ya sabes donde estoy! Abrazo!
Rosa Ana says
Llegaste a mí de forma «casual», sin buscarte, pero semana a semana me ayudas a coger fuerzas para el camino de cambio personal y existencial que tomé hace ya algún tiempo. Cuesta esfuerzo, ansiedades, hacer frente a los miedos, mucho aprendizaje personal… pero las sensaciones que estoy descubriendo en mí valen ¡oro!
Gracias por formar parte de esos cambios y de mi re-descubrimiento existencial.
Por cierto, en youtube puedes encontrar la película titulada como tu libro «El guerrero pacífico». Interesante y amena de ver… aunque desde mi experiencia siempre es mejor el libro 😉
Saludos, y ánimo con ese catarro!!
Hana says
Muchísimas gracias Rosa por tus palabras 🙂 Me alegro de que mis posts y mis videos te estén ayudando en este camino que has aprendido. Me ha gustado mucho leerte, tanto que me gustaría reproducir tus palabras en otra página muy especial que estoy creando. ¿Me das permiso?
Todavía no he podido ver la película, pero la veré sin duda.
¡Muchas gracias!
Patricia says
Ya solo el título de la entrada… me encanta!!!! En cuanto llegue mi marido de trabajar se la pienso soltar… le hará pensar… ja,ja,ja,ja…
Besos.
Hana says
Jajaja! Pues a ver que sale!! 😀 ¡Un abrazo!
Antonio Parcela says
Sí, Hana. La vida es luz y la sombra. Amor-odio, bueno-malo, dulce-agrio. Eso es lo que en Oriente llaman Equilibrio («Yin Yang»).
El «problema» es que no sabemos nunca lo que puede ser bueno o malo para nosotros: la «mala» noticia de un despido termina siendo bueno por encaminarte a una nuevo rumbo más apetecible, el fin de una relación se convierte en conocer nuevas personas que nunca hubieras pensado encontrar, etc. Lo que tú ya sabes: la vida es todo, lo bueno y malo…. y por suerte. Lo que nos diferencia a los seres humanos es la capacidad que somos de gestionar todos estos sentimientos: sólo sabemos quienes son nuestros amigos cuando las cosas nos van mal, hace falta estar lejos para apreciar a los que mas queremos,…… Y TODO lo bueno y lo malo, siempre se pasa……….. hasta los catarros !!!
Buena semana,
PD1.- Bien….. otra duda resuelta: ya se de donde viene lo de tu alter ego «Hana Bi» aunque creo que a estos lectores del blog sólo le suene lo de Hana Kanjaa.
PD2.- Hana en la cama? Será atada a ella….. Enferma me lo creo, pero mira que me extraña que dure mucho quieta en la cama…………………..
Hana says
Hola Antonio!! Esa es la magia de la VIDA, lo que la hace tan bella…es la intensidad con la que nos obliga a vivirla, aunque no queramos!! Es verdad que muchas veces, solo con perspectiva podemos apreciar lo bueno que hemos vivido en una experiencia mala…pero aún en la distancia, bienvenidos esos descubrimientos porque nos hacen más sabios 🙂
Pues si que he estado en la cama…sin moverme!! Ya estoy a mitad de embarazo y eso se nota :))
¡Un abrazo!
begoña says
Ese catarro… quizás tu cuerpo te pedía parar… sólo espero que salgas reconfortada y tanto tu niña como tu, hayais disfrutado de vuestra mutua compañia.
Pasión… es imprescindible y aún asi, a veces el miedo la supera… pero bueno al final son las sensaciones las que nos mueven… tú estas llena de pasion… yo también tengo dosis buenas… a veces ni las quiero ver porque me da vértigo… aún así una buena pértiga y… todo se equilibra…
Gracias maga de mi circo
Hana says
Siiii Begoña!! Eso ha sido lo mejor de estos días, que hemos estado tan juntitas 😀
Es verdad que la pasión a raudales acojona 🙂 a mi se me da bien gestionarla así, como viene, pero quizá también estaría bien tener alguna técnica para ir dosificandola 🙂
¡Un abrazo! A ver si podemos hablar esta semana!
Vicente says
Totalmente cierto tememos los cambios y eso trae emociones desconocidas o que duele experimentar, pero sin dar ese paso no ira apareciendo el camino.
Hana says
Ahí le has dado Vicente: sin dar los pasos, es imposible que aparezca el camino. Por eso es tan importante seguir adelante, a pesar de las dificultades y el miedo!! 🙂
¡Un abrazo!
Ana Bizarro says
«No. La pasión puede ser como el agua, que siempre fluye y se adapta. O como el aire, que es ligero y delicado. O como la tierra, firme y sólida»
Me chifla porque a menudo damos una sola definición de las cosas y hay que ser más flexible.
Veo que seguimos en onda, pronto escribiré porqué quiero ser «diseñadora de emociones».
Espero que ya estes muchísimo mejor.
Lo compartiré …
Hana says
¿Diseñadora de Emociones? ¡Guau! Que bien suena eso, Ana!!! 🙂 Y cuanta curiosidad me genera!!! ¡¡Cuentamè!!!