La resiliencia no es una condición innata del ser humano sino que es un aprendizaje que se obtiene a lo largo de la vida y, por tanto, es algo que puedes llegar a desarrollar en la vida y terminar siendo una persona resiliente.
Pero, como todo en la vida, para conseguirlo tienes que ser constante, sincero contigo mismo/a y, sobre todo, tener paciencia. Aprender a afrontar situaciones complicadas no es tarea fácil pero tampoco es imposible. Todo se basa en aprender a controlar las emociones, en mantener la cabeza fría y en confiar en uno mismo.
¿Qué es la resiliencia?
Antes de empezar a hablar de las características de una persona resiliente creo que es importante que entendamos correctamente este concepto. ¿Qué es la resiliencia? Se trata de la capacidad que tenemos las personas de poder adaptarnos a las situaciones más complejas y poder afrontar el problema de una manera firme y segura. Así pues, cuando hablamos de que una persona es resiliente nos referimos a que, ante las adversidades, sabe sacar a relucir su mejor energía y superar esa situación con fuerza y vigor.
El concepto de resiliencia es un término muy empleado en el sector de la psicología pero que, sin embargo, no está tan explotado en la sociedad. Hay personas que sonresilientes por ellas mismas porque han crecido aprendiendo este concepto o porque tienen ejemplos claros en su entorno que les han servido de inspiración; sin embargo, hay otras muchas personas que no saben muy bien cómo enfrentarse a según qué circunstancias de la vida y tienen algunos problemas a la hora de gestionar las emociones. La gran mayoría de las personas hemos formado parte alguna vez de este segundo grupo.
5 características de una persona resiliente
Ahora que ya te he descrito en qué consiste, exactamente, ser resiliente creo que es el momento de que conozcas ya las 5 características de una persona resiliente para que, así, puedas valorar si tú eres una de ellas o si, por el contrario, tienes que empezar a trabajar en tu persona para, en un tiempo, poder formar parte de este grupo.
Conocen el origen de sus problemas
Una de las características principales de una persona reliente es que son conscientes de lo que ocurre en su interior. Han llegado a establecer una relación muy sana con ellos mismos y se conocen a la perfección, de una manera clara y sin tapujos. Es decir, se conocen tanto las virtudes como los defectos y, por eso, ante cualquier situación compleja pueden saber cuál ha sido realmente el origen de la misma y si ha sido su culpa, saben pedir perdón sin problema alguno ni, mucho menos, orgullo.
Las personas resilientes no consideran que las dificultades en su vida sean un aspecto negativo sino que las ven como unas oportunidades para aprender, mejorar como personas y conocerse mejor a ellas mismas.
Controlan sus emociones
Las personas resilientes también se caracterizan por saber comprender sus emociones y, así, poder gestionarlas con naturalidad y calma. Muchas personas no saben cómo controlar emociones negativas como, por ejemplo, la tristeza, el enfado, la decepción, etcétera, y esto les hace crear unas relaciones tóxicas donde pueden abundar los malos pensamientos, las discusiones o los actos descontrolados.
Una persona resiliente tiene el control de sus emociones. Entiende que son estados pasajeros de su mente y que, en unos minutos, se habrá pasado, por tanto, sabe establecer una relación sana con las emociones que van apareciendo a lo largo del día. Eso sí: aprende de ellas, las escucha, las analiza y, así, sabe por qué las está sintiendo. Un control máximo sobre su persona es lo que más caracteriza a las resilientes.
Saben mantener la calma
Gracias a que son personas con una gran capacidad de autocontrol, no se dejan llevar por las emociones negativas ni por la ansiedad que estas pueden llegar a generarnos en nuestro interior. Así pues, otra de las características de una persona resiliente es que saben mantener la calma en todo momento, saben apartarse emocionalmente de la situación y observarla desde fuera para, así, analizar lo que está ocurriendo y poder solventar el problema.
Muchas veces, nos vemos inmersos en discusiones, en gritos o en depresiones porque no hemos sabido controlar una emoción concreta y hemos dejado que se hiciera dueña y señora de nuestra esencia. Sin embargo, si practicas la resiliencia podrás aprender a desvincularte emocionalmente de ese sentimiento y ver con objetividad qué es lo que está ocurriendo exactamente. Con ello, conseguirás ser mucho más resolutivo/a, evitar fuertes discusiones y disfrutar de una vida más equilibrada y emocionalmente estable.
Tienen confianza en ellas mismas
Otra de las características de una persona resiliente es que creen en ellas mismas. Son personas que saben cómo son de forma global, no se auto-engañan, conocen sus virtudes y sus defectos y se perdonan por ellos. Intentan mejorar como personas para poder eliminar o atenuar esos defectos pero tampoco se recriminan por ellos. Son personas y, como tales, se equivocan, aprenden y se vuelven a equivocar.
Este es un paso que me parece muy interesante remarcar: uno de los aspectos cruciales que tenemos que empezar a hacer es perdonarnos, perdonar nuestras imperfecciones, nuestros fallos y nuestras carencias. No pasa nada. De verdad. Cuando nos perdonemos, habremos sanado una parte muy importante en la vida: la relación con nosotros mismos. Una vez conseguido esto, veremos cómo estamos más cómodos con nosotros mismos, más seguros, más confiados y, esto, es esencial para poder afrontar cualquier circunstancia en la vida y salir airoso de ella. Si crees en ti, puedes.
Practican la empatía
Las personas resilientes son personas que se conocen muy bien a ellas mismas, que se respetan y se perdonan. Pero no todo gira en torno a nuestro ombligo, eso está claro. Somos personas sociales que miramos hacia adentro para poder relacionarnos mejor hacia afuera. Y estas relaciones nunca, jamás, serán exitosas si no practicamos otro punto esencial: la empatía.
Ser capaces de entender a la otra persona, de comprender su perspectiva y aceptarla es básico para que todas nuestras relaciones puedan ser fructíferas y positivas. Si no practicamos la empatía, no saldremos de nuestro propio ego y, por tanto, no podremos relacionarnos saludablemente con otras personas que no piensen como nosotros. La vida está llena de perspectivas, no te quedes solo con la tuya y ábrete a las demás.
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Ya has podido conocer 6 características de una persona resiliente pero hay muchas más. Las personas resilientes son personas que han trabajado para conseguir sanar la relación con ellos mismos y, así, poder cultivar un presente mucho más positivo y con un estado generalizado de bienestar. Si sabemos controlar nuestras emociones, si sabemos afrontar los problemas que puedan venirnos en la vida, si confiamos en nuestras capacidades, estaremos preparados para vivir al máximo de la vida, sin miedo y sin dar marcha atrás.
En mi ebook gratuito podrás conocer mejor cómo son las personas resilientes, qué características presentan y cómo tú puedes convertirte en una de ellas. Te regalo uno de los mayores secretos para que puedas cambiar tu forma de vivir y apostar por un modo mucho más relajado, solidario y humano: ser resiliente.
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