¿Alguna vez has sentido que por mucho que intentases dar pasos hacia adelante en tu vida, al cabo del poco tiempo, terminabas prácticamente en el mismo sitio en el que habías empezado?
Suele pasar. Y te voy a contar cual es el proceso normal:
- Tienes un problema o un desafío en tu vida.
- Empiezas a buscar soluciones.
- Encuentras un coach, un curso, o un seminario…que te parece la solución definitiva a todos tus problemas.
- Terminas tus sesiones de coaching o el curso, te lees el libro en cuestión, asistes al seminario, y en el mejor de los casos, implementas lo que has aprendido y las cosas empiezan a cambiar.
- Vas dando pasos para adelante y te vas llenando de confianza. Y sientes que te vas a comer el mundo. Esta vez si, esta vez es la definitiva, piensas. Esta vez si vas a cambiar.
- Hasta que un día la vida te da un revés. O peor => tú mismo te das el revés.
- Y tu capa de seguridad y confianza empieza a quebrarse…y las dudas empiezan a filtrarse por las grietas.
El miedo y la inseguridad se van haciendo hueco y toda la motivación que tenías, tus ideas tan claras, tus sueños y tus objetivos, tus ganas de cambiar todo lo que no te gusta de tu vida…se empiezan a debilitar, a diluir entre lo que comienza a ser un caos importante que no te deja ver claro. De repente ya no sabes si estás haciendo lo correcto, si lo vas a conseguir, si tienes lo que hace falta…Y lo peor es que te das cuenta de como te estás limitando a ti mismo, con tus mismos miedos de siempre, con el parloteo mental de siempre, con tus rollos macabeos de siempre. Empiezas a sentirte mal por ello…te sientes avergonzado, confundido.
Otra vez estás igual que siempre.
Y da la casualidad de que justo cuando necesitas más ayuda no es precisamente cuando estás en medio de una sesión de coaching; ni cuando estás asistiendo a ese seminario; ni cuando estás haciendo los ejercicios del curso. No. Cuando necesitas más ayuda es un martes a las 7 de la mañana, justo antes de una conversación con tu jefe. O un jueves a las 10 de la noche, después de haber discutido con tu pareja. O un sábado a medio día, cuando un comentario bien intencionado de un amigo echa por tierra tus planes y te genera un tsunami de dudas.
Y el problema es que la mayoría de las veces, en esos momentos, no tienes a quien acudir, no sabes donde agarrarte. No quieres aburrir a tus amigos con tus problemas, porque puede que tengan razones para aburrirse. Y vas perdiendo fuerza, te vas viniendo abajo, no sabes qué intentar ya.
Y vuelves otra vez a la casilla de salida.
¿Te suena? A mi también. Porque durante muchos años pensé que esto de cambiar era cuestión de levantarse un día por la mañana y que todo hiciese click, y que ese click encajase todos los cabos sueltos de mi vida. Pero no funciona así, y por ello..hoy voy a hablarte de las fases del aprendizaje y sobre el proceso que seguimos cuando aprendemos algo nuevo. Es importante que conozcas estas fases porque puedes aplicarlas a tu propio proceso de cambio y sacar conclusiones muy interesantes, que te van a permitir saber por qué no consigues avanzar todo lo que quieres, y como solucionarlo.
Y porque si sabes cómo cambias, es más fácil que cambies.
Dale al Play 🙂
Y ahora, si te ha gustado el video, quiero informarte de que la semana que viene por fin voy a abrir el plazo de inscripción de mi programa Circus People. Si no te lo quieres perder, puedes suscribirte a mi newsletter justo debajo de este post 🙂 Y si lo compartes, te lo agradezco infinito!!!
TRANSCRIPCIÓN
En el video de hoy voy a contarte cuál es el proceso que seguimos todos y cada uno de nosotros cuando aprendemos algo nuevo, y por qué es muy importante que conozcas cual este proceso, para entender mejor cómo cambias.
¿Por qué?
Porque la realidad es que la mayoría de las veces no se trata de cambiar, sino de aprender.
** El aprendizaje es un proceso que te lleva de la incompetencia a la competencia. Pero no es un proceso sencillo ni tampoco lineal. Es más, es un proceso que normalmente se puede dividir en cuatro fases y entre los dos extremos se sitúan la acción y el drama del aprendizaje, la atención, la euforia y a veces la frustración.
La fase uno es la fase de la incompetencia inconsciente. «No sé lo que no sé».
Somos incompetentes pero no nos preocupa. Ni siquiera sabemos que somos incompetentes porque la actividad en cuestión no significan nada para nosotros. Por lo que no nos importan ni las habilidades ni las técnicas necesarias.
La fase 2 es la fase de la incompetencia consciente:»Ahora sé lo que no sé.»
Esta es una fase crítica porque el problema es que cuando empezamos a aprender una nueva
habilidad, comprobar cuántas cosas no sabemos hacer puede resultar abrumador y
puede llegar incluso a asustarnos. Y cómo te sientes torpe y confundido y a
nadie le gusta sentirse así, en esta fase, hay muchas posibilidades de que lo dejes, de que abandones.
Es una fase extraña, porque nos centramos con toda intensidad en cada detalle de cada acción de lo que estamos aprendiendo. Y muchas veces no lo implementamos con éxito.
Piensa por ejemplo en aprender a conducir un coche. Primero tienes que concentrarte en soltar el acelerador, apretar el embrague cambiar de marcha al mismo tiempo que observas el tráfico y piensas en todo el proceso según ocurre.
Así se vive la incompetencia consciente.
La tercera fase corresponde a la competencia consciente: «Ahora sé lo que sé».
Uff que alivio. En algún momento del proceso nos empezamos a dar cuenta de que hemos acatado cierto nivel de dominio.
Puede que no seamos expertos aún pero tenemos cierta experiencia.
Somos conscientes de saber un montón de cosas, lo cual mola bastante. Hasta que nos encontramos con la siguiente cosa que no sabemos hacer y entonces «paff», volvemos a tropezar y volvemos de nuevo a la fase de incompetencia consciente.
A medida que nos hacemos más hábiles en una determinada área, nuestro ciclo rueda a menudo entre las fases 2 y 3. Entre incompetencia consciente y competencia consciente. Y la
mayor parte de nuestro aprendizaje se desarrolla yendo de una fase a otra. Una y otra vez. Una y otra vez.
A veces cuesta trabajo y a veces es muy divertido. Pero así nos vamos haciendo más y más hábiles hasta que nos olvidamos incluso de lo que sabemos.
Lo cual nos lleva a…
La cuarta fase de la competencia inconsciente: «No sé lo que sé».
Cuando pasamos a esta fase, hemos interiorizado del conocimiento de estabilidad hasta tal punto, que ni siquiera sabemos que lo tenemos. Todas las personas lo hemos experimentado
incluso a un nivel relativamente básico.
Cuando ya llevamos unos cuantos años conduciendo, simplemente nos metemos en el coche metemos la llave para arrancar y podemos llegar perfectamente a nuestro destino sin pensar una sola vez en lo que estamos haciendo.
Llegar a esta última fase debería ser el objetivo de cualquier proceso de cambio. Pero no es fácil, porque el problema es que los pequeños fracasos que experimentas en la tercera fase, te hacen perder la confianza y te llenan de dudas e inseguridad y eso te paraliza. Dejas de
avanzar en el mejor de los casos. En el peor vuelves exactamente adónde habías
empezado.
Y el caso es que está demostrado que el proceso de pasar de la primera fase de aprendizaje a la segunda y luego a la tercera puede durar algunos meses. Pero el proceso de pasar de la tercera a la cuarta, puede durar años. Y por ello el cambio real y duradero sólo puede suceder a través de la experiencia. Y a veces, lo único que necesitas es precisamente eso experimentar esos bajones y subidones (esos periodos en los que sientes que te vas a comer el mundo con patatas y esos otros en los que te pasas los días enteros dudando de ti mismo) el suficiente número de veces, como para que vayas consiguiendo la consciencia, habilidad y destreza necesarias, como para ir integrándolo en tu vida y seguir avanzando.
Es decir, lo único que necesitas hacer, es esforzarte por permanecer en esa fase 3 por muy difícil que sea el tiempo suficiente que te permita interiorizar ese aprendizaje y pasar a la siguiente fase. A la fase de la competencia inconsciente porque justo ahí es donde se produce el cambio.
Que ya has visto que más que cambio, es simplemente un pasito más en tu proceso de aprendizaje.
**Fuente: The Coaches Training Institute
César says
Aunque me repita, creo que este vídeo es muy revelador y potente.
Esas fases, subidas y bajadas… Es la vida misma y cuán impacientes solemos ser con nosotros mismos creyendo que podemos saltar del paso 1 al 4.
Gracias Hana por el vídeo. Me ha resultado tremendamente útil y pedagógico.
Un abrazo!
María says
Hace poquito que te sigo y me encantan tus videos. Tengo un centro de psicologia y a veces me cuesta expresar a la gente cosas tan sencillas como esta y entonces te veo a ti con ese desparpajo que hace que parezca facil… y me creas una envidia total con tu forma de explicar las cosas!!
Es un gran video el de hoy y tiene muchisima razón y utilidad. Enhorabuena por tu trabajo!
Ali says
Un vídeo muy ilustrador y didáctico.
Me ha parecido realmente útil para comprender cómo funcionan las bases de nuestro sistema de aprendizaje. Gracias por compartir, Hana!
Un abrazo!
Ali
Teresa says
¡Hola Hana! Acabo de descubrir tu blog y me encanta. El diseño es chulísimo y aunque aún no me ha dado tiempo a leer más que este artículo, creo que los contenidos tienen súper buena pinta.
Me quedo con una frase de este post: «el cambio real y duradero sólo puede suceder a través de la experiencia». Siempre he sido muy perfeccionista y suele impacientarme cualquier acción que no tenga resultados en poco tiempo.
Me he sentido muy identificada porque creo que el problema es que los pequeños fracasos que he experimentado en esa tercera fase que mencionas a veces me han llenado de dudas e inseguridades. Ahora soy más consciente de esto y de cómo actuar para cambiarlo, así que mil gracias.
Un saludo ツ