Hoy te cuento una historia muy bonita que tiene que ver con una de las claves que te permite conseguir las cosas que quieres en la vida: se llama paciencia. Y seguro que no era lo que querías leer.
Y lo creo así porque llevo mucho tiempo trabajando con personas y he comprobado una y otra vez cómo tendemos a sobreestimar y plantearnos expectativas demasiado altas para periodos muy cortos de tiempo, y luego subestimamos totalmente lo que podemos conseguir en plazos mucho más amplios.
Pero, claro. No queremos esperar. Perseverar es un coñazo.
Lo queremos rápido y fácil.
Pero no funciona así. Y lo sabes.
Y no te digo esto en plan mirándote por encima del hombro porque yo he sido la mujer más impaciente y compulsiva del planeta…hasta que empecé a ver las cosas de otra forma. El principal cambio que experimenté fue que empecé a confiar en el proceso, empecé a pasar a la acción desapegándome del resultado, a sentirme en paz…
Y hoy Facebook me ha recordado algo maravilloso que me ha dejado de piedra. Un dato que me ha permitido conectar algunos datos de mi vida, y me ha hecho comprobar qué importante es la paciencia cuando la combinas con coraje, foco y fortaleza.
Sigue leyendo porque mola.
Resulta que estoy de triple celebración, porque justo en estas semanas coinciden tres momentos extremadamente relevantes de mi vida.
HACE DIEZ AÑOS
En mi última mudanza de hace unos meses encontré un diario/agenda del año 2008. En sus páginas plasmé las reflexiones de uno de los peores años que recuerdo. No sabía qué hacer con mi vida y mi autoestima estaba totalmente destruida.
Yo quería salir de ese agujero, quería dejar de sentirme tan perdida y desesperada…quería recuperar el control de mi vida. Pero en el fondo, pensaba que era imposible salir de esa situación.
Cuando hace unos meses me encontré con esa agenda, la ojeé y me emocioné…sobre todo cuando llegué a esta página.
Esto fue lo que escribí un 4 de octubre de 2008 después de terminar el primer fin de semana de mi formación de coaching, a la que me apunté por pura intuición.
Era una mujer de 31 años. Con muchos sueños. Y muchas, muchas, muchas ganas de transformar su vida y de ganarse la vida como coach. Quería ser la super-coach.
Y no sabía lo que me esperaba.
Pero…¿fue todo fácil? ¿Fue todo bonito? No.
Después de certificarme como coach, y con el corazón a punto de estallar de la ilusión, no fui capaz de apostar por mi sueño. No fui capaz de apostar por mi.
Mi baja autoestima me impedía confiar en mi misma y en mi capacidad de aportar valor a la gente. Me sentía una impostora total. ¿Quién te has creído que eres para pretender ser una super-coach? Ja. Ja. Ja.
Y bueno, la realidad es que estuve a punto de abandonarlo…pero decidí persistir.
HACE CINCO AÑOS
Hoy Facebook me acaba de recordar que justo hoy hace cinco años que di mi charla TEDx delante de 800 personas. Algo que ni en mis mayores sueños podría haber imaginado. Menuda experiencia. Yea.
Pero…¿fue fácil? ¿Fue todo bonito?
No. Poco después de esa charla, y coincidiendo con mi segundo embarazo, me pillé una especie de depresión que me tuvo hecha polvo durante meses. Estuve a punto de dejarlo todo. Pero decidí persistir. Seguir adelante.
HACE UN AÑO
Hace un año que mi libro «Querida Incertidumbre: te lo debo todo» salió a la venta. Y esta es una fotito del día de la presentación del libro en Madrid, con mis hijas. Uno de los días más emocionantes de mi vida. Un sueño salvaje hecho realidad.
¿Fue todo fácil? ¿Fue todo bonito? No. De hecho este libro ha puesto patas arriba mi vida, y coincide con una de las crisis más fuertes que he vivido nunca. De nuevo, a puntito de mandarlo todo a la mierda. Por muy increíble que parezca.
Pero…sí. Lo has adivinado. Persistí.
Y aquí estoy, contándote todo esto para dejar claro que la vida es un lío (la mía también) y que, cada dos por tres hay que enfrentar obstáculos y dificultades, pero que si quieres, con paciencia puedes conseguir muchas cosas que ahora te parecen tan lejanas que quizá te resulte totalmente absurdo planteártelas.
Pero si sueñas en grande, perseveras, confías, y te rodeas de la gente adecuada, no te imaginas donde puedes estar en diez años. No lo subestimes. No te subestimes.
Y si has llegado hasta aquí y te has sentido inspirada, quiero contarte que en mi evento SALTA A LA PISTA tengo muchas más historias como estas, pero sobre todo mucho más contenido súper valioso que te ayudará a convertirte en una persona más enfocada, fuerte y valiente. Para confiar en el proceso. Y estar en paz mientras avanzas hacia aquello que deseas.
Si todavía no lo has hecho, te invito a que te registres pinchando en la imagen. Ahí tienes toda la información.
Recuerda que es GRATUITO y online, que puedes asistir a la hora que quieras desde donde quieras, y que es totalmente gratuito. Quedan muy pocos días para que empiece y no sé cuando voy repetir un evento de estas características en estas condiciones.
Pincha aquí o en la imagen y te espero ahí abajo. En la pista.
¡Muchas gracias!
Hana
Se te agradece tu conocimiento de experiencia propia, es muy valioso, realmente es lo único que vale…esta pintado de muchos colores, felicidad y tristeza, miedo y valor, vida y muerte, abajo y arriba…lo común en todos y todas pero que lo callamos y no valoramos…pero se vuelve grande cuando lo usas para ti….y para otros. Me fascina como brillan tus ojos con tus ideas.