La única dieta que funciona

Tenía muchas ganas de hacer este VideoViernes. Va sobre dietas, pero como es habitual en este circo, la realidad es que va de algo mucho más profundo.

Yo llevo toda mi vida probando dietas e intentando adelgazar. Desde que tengo uso de razón me he visto comprando pastillas milagrosas para perder 10 kilos en un mes en la tele-tienda, aparatos para hacer gimnasia en casa que se rompían a los dos días, visitando clínicas de dudosa profesionalidad en Madrid en busca de la solución definitiva a mis kilos de más.

Sin contar con el infierno que vino después. Es curioso porque cuando llegué por fin a pesar 52 kgs, a base de termogénicos y purgamientos, fue el peor momento de mi vida. Nunca me he sentido tan frágil y tan jodida.

Miro hacia atrás y se me rompe un poco el corazón, la verdad.

Te cuento esto porque quiero que sepas que, aunque me vas a ver haciendo el payaso en el video, no hablo con ligereza sobre estos temas.

Ahora te invito a darle al Play y a que me cuentes qué te ha parecido. Y si lo compartes, te lo agradeceré infinito.

TRANSCRIPCIÓN DEL VIDEO

Hola a todos y a todas y bienvenido a un VideoViernes en HanaKanja.com.

Y en el VideoViernes voy a compartir contigo la única dieta que he comprobado que funciona.  

Empezamos, pero antes de hablar de dietas, vamos a hablar del bodypositive, porque últimamente se nos ha ido mucho la olla y ahora parece que ponerse a dieta es como entrar en una secta satánica. El bodypositive que es  un movimiento que surgió como respuesta al bodyshaming, tendencia bajo la cual se avergüenza a las mujeres cuyo físico no cumple con los estándares de belleza tradicionales. El body positive busca visilibilizar la única certeza relativa al cuerpo humano: su diversidad y maravillosa imperfección. Kilos de más, celulitis, flacidez, granos en la cara. Y si, el bodypositive era totalmente necesario, y nos ayuda a aceptar que somos imperfectas.

El caso es que yo, en mi reto de poner mi culo duro a los 40, me he puesto a dieta. Y lo anuncié en las redes, y lo que pasó a continuación te sorprenderá.

Jajaja. Si, a mi me sorprendió. Porque de repente surgieron decenas de personas diciéndome:

1. Las dietas no funcionan.
2. Que lo que funciona son los hábitos saludables.
3. Que por qué me quiero poner a dieta si soy guapa, y  estoy estupenda y no lo necesito.
4. Que con mi post estoy confundiendo a las jóvenes y las estoy incitando a un trastorno de la conducta alimentaria.

What. The. Fuck. Nos estamos volviendo un poco locos.

Con tanto bodypositive parece que uno no puede ponerse a dieta y cuidarse. Parece que ahora solo hay que aceptar, aceptar y aceptar…lo cual está muy bien, pero el problema es que resulta que la línea entre la aceptación y el conformismo es muy fina. Pero eso da para otro VideoViernes.

Estoy de acuerdo en que lo importante son los hábitos de vida saludable. Pues resulta que hace años que llevo hábitos de vida saludables. Mi primer canal de Youtube iba sobre crudiveganismo y en el salgo desayunando rollitos de lechuga con piña y mandarina. Si abres los armarios de mi casa te echarías a llorar. No hay magdalenas, ni galletas, ni patatas fritas ni ná.

¿Me hablas de trastornos de la conducta alimentaria?

Yo he sufrido bulimia durante 7 años de infierno. Sé perfectamente lo que es tener la auto-estima destruida y tener una relación auto-destructiva y tormentosa nivel-dios con tu cuerpo. Lo sé.

Pero el querer estar y sentirte mejor no es el enemigo.

El enemigo es esto.

O esto.

Esta gráfica la vi el otro día en redes sociales, y como ves, lo que dice es que la felicidad es inversamente proporcional a tu peso. Cuando bajas de peso, aumenta tu felicidad.

¿Relacionar la felicidad con un tu peso? ¿En serio? ¿Supeditar tu felicidad a un número en una máquina?

Esto es el enemigo. Este tipo de simplificaciones son las que nos hacen daño.

Las cifras en las básculas no significan NA-DA. Hay muchas otras varialbes que tienen un impacto mucho más decisivo en tu sensación de felicidad. Y eso es lo que voy a compartir contigo.

La única dieta que me ha funcionado, pero que no tiene porque funcionarte a ti pero te animo a que la pruebes, está compuesta por estas siglas: A+D

AD = Aceptación + Disciplina.

Y ya.

Hace unos meses escuché a una amiga decir que la comida era más adictiva que la cocaína. Si, la comida a veces puede resultar como una droga.

Y como la única comida que no engorda es la que no entra por aquí, para pasar de largo por la panadería, en la que siempre está ese croissant calentito, que te llama con su aroma, ese aroma que traspasa los cristales de la panadería y te dice: veeeeennnn, veeeen….

Si. Para pasar de largo necesitas disciplina. El  abordaje tiene que ser espartano.

Pero la palabra disciplina y auto-control nos hacen saltar las alarmas. Porque en general pues somos un poco flojos.

Flojos porque mira que nos cuesta mover el culo del sofá y mover nuestros cuerpos serranos y hacer deporte.

No, no necesitas motivación. Ni inspiración. Necesitas ponerte las pilas. Disciplina.

Y no, en serio, la disciplina no es el enemigo. La disciplina te hace más fuerte, y cuando te sientes fuerte, te sientes feliz.

Pero esto funciona solo cuando la disciplina va precedida de la aceptación. Si. Yo me amo incondicionalmente. Con barriga, sin barriga….yo me amo. ¿Body Positive? Yo he llegado a enseñar fotos de mi alopecia areata en mi blog.  

Y ahora, cuando me acepto y me amo, es cuando veo que me funciona la dieta. Porque lo estoy haciendo por un reto concreto, específico y retador. Mi reto de culo duro. Porque lo estoy acompañando de deporte. Y sobre todo, porque si me la salto, no me castigo. Simplemente, sigo adelante, lo mejor que puedo cada día. Y hay días en los que todo va bien, y sigo la dieta al 100% y hay otros días que no. No me juzgo, no me critico, no me castigo.

Es irrelevante porque el objetivo no es una cifra en un báscula. Es sentirme de determinada manera: cada día más fuerte, ágil, flexible y sana. Y lo estoy consiguiendo. Y quiero más.

Si. La aceptación y el amor incondicional son totalmente compatibles con las ganas de más.