Está ahí. Lo sabes. Muy dentro.
Sabes que si dieses ese paso, tu vida podría cambiar. Sabes que ese salto al vacío te ayudaría a llegar al otro lado, a ese otro lado con el que sueñas cada vez que te hastías de ti mismo/a y de tu vida. Y que hacerlo te catapultaría hacia un lugar cercano a la vida que quieres.
No es un email. Ni un SMS. Definitivamente, no es un wassap.
Es una llamada. Una conversación. Con el mayor experto de tu sector. Con tu madre. Con un posible socio. Con el banco. Con tu jefe. Con un inversor. Con la persona que sientes [como-fuego-por-dentro] que es la persona de tu vida.
Y sabes que ese aspecto profesional, sentimental, personal o familiar de tu vida está estancado, es agua que no se mueve…y que hasta ha empezado a oler un poco mal. Pero no haces nada. Te da miedo. Sientes que está fuera de tu alcance, fuera de tus posibilidades y que nunca podría salirte bien. Y yo te pregunto:
¿Qué harías durante 24 horas si no tuvieses miedo?
¿Lo has pensado?
¿Qué decisión tomarías? ¿Qué acción llevarías a cabo? ¿Qué paso darías?
Instaura tu Día Sin Miedo y lleva a cabo durante esas 24 horas una Acción Intrépida y Aterradora → una Acción-Catapulta. Busca todo el apoyo que puedas y lánzate a lo desconocido. Yo, por mi parte, te ayudo con esta:
Herramienta para domar el miedo.
Son 6 pasos muy sencillos de seguir e implementar:
1. Reconoce que tienes miedo, acéptalo y verbalízalo.
2. Escribe la razón o razones que causan ese miedo. ¿Es miedo al fracaso, es miedo al rechazo, es miedo a lo desconocido…? ¿A qué tienes miedo exactamente?
3. Explora ese miedo. Hazte las siguientes preguntas:
- ¿Cual es la historia que te cuentas con respecto a este miedo?
- ¿Desde hace cuanto que lo sientes?
- ¿Qué tipo de situaciones/personas hacen que surja este miedo?
- ¿Cómo te afecta este miedo?
- ¿Qué es lo peor que podría pasarte? ¿Y lo peor de lo peor?
4. Escribe un plan B por si sale mal. Y un plan C. Te darás cuenta de que aunque TODO salga mal, como mucho terminarás donde empezaste.
5. Ahora visualiza lo mejor que podría pasarte: visualiza ese salto gigantesco hacia la vida que quieres. Conecta con las emociones de esa visión para tu vida.
6. Respira hondo y confía. Enfréntate a tu miedo y sigue adelante. Porque si sale bien, habrás ganado. Y si sale mal, habrás ganado también.
Ah! Y sobre todo, SONRÍE 😀
No hay mejor forma de domar el miedo. Y si no te lo crees, mírame a mi 🙂
¿Y tú? ¿Sabes qué harías durante 24 horas si no tuvieses miedo?
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¡Muchas gracias!
Jaimemarlow says
Sra. Kanjaa, interesante post pero tengo un problema con el punto 4: lo que me da miedo hacer precisamente me da miedo porque si lo hago y sale mal ya no va a haber un plan B o un plan C… Por cierto, igual que el salto base… usted tuvo mucha suerte aquella vez que le salió mal.
Hana says
Hola Jaime!! ¿Has explorado todas las opciones? A veces parece que no tenemos alternativas y resulta que están muy escondidas y no se ven a primera vista. En cualquier caso, cada circunstancia es distinta.
Yo tuve mucha suerte pero también hice las cosas bien…a veces, solo con la suerte, no es suficiente! 🙂
Un abrazo!
María says
Pues si no tuviera miedo… nada de miedo, quiero decir, supongo que haría cosas muy diferentes en general, a todos los niveles. Imagino que cantaría por las calles, saltaría, bailaría sin parar y la gente pensaría que estoy loca 😉 Supongo que mi mayor miedo es que la gente no me acepte como tal, que crean que me falta un tornillo jajaja. Saludaría a gente por la calle sin conocerlos. Me daría la libertad de ser realmente feliz, de expresar mis sentimientos libremente. Vaya, tu post me ha hecho replantearme muchas cosas en cuestión de segundos: vivo demasiado encorsetada en las reglas sociales, en aparentar ser «normal». Voy a meditar sobre ello. Gracias por esos posts tan motivadores, Hana.
Hana says
María!!! Pues todo lo que has expuesto es muy fácil de hacer…solo hay que tomar la decisión!!! Por que no lo haces un día para probar? No pierdes nada :)) Un abrazo fuerte!!
Susana says
Hola,Hana,precisamente el miedo me hizo perder el norte desde diciembre del año pasado.Estaba inmersa en una vida que en algunos aspectos me ensombrecía.Fue el detonante de una crisis personal Tenía que revisar mi filosofía de vida,recuperar la fuerza mental que asumí por fin haber perdido,asumir las consecuencias de estar debilitada emocionalmente.Afrontar mis miedos en definitiva.Después de un trabajo de introspección,en el que he leído mucho y me he contagiado de la energía y la sabiduría de personas como tú, puedo decir ahora que,conforme más me quiero,más me hablo y me conozco,menos miedo tengo.Y gracias a este cambio de esquemas he podido restablecer la armonía entre lo q pienso,siento y hago.En el camino,he dado con una persona maravillosa que espero sea mi compañero de vida,esta nueva vida,especie de reencarnación, en la que creo y en la que se desenvuelve la mejor versión de mi misma.Y seguir creciendo por dentro.Quién dijo miedo!saludos a tod@s
Hana says
Hola Susana!! Cuanta sabiduría en tus palabras 🙂 Muchas gracias por compartir algo tan profundo y tan intimo que resulta increíblemente inspirador. A mi, desde luego, me has contagiado de una paz y una serenidad inmensas…sigue así!! Un abrazo fuerte!!
Ana says
Viva, Viva y viva!!!!!
Yo voy a saltarmeeeeeeee 🙂
Hana says
A saltar donde, Ana? 😉
Ana says
Voy a Saltar en Tandem!!!
Que siempre lo he querido hacer pero como me da mucho miedo no me he aventurado…..y ahora que estoy soltando miedos ahi que voy!!
Ya te contaré y quién sabe si me gusta un dia me aventuro con el salto base
Gracias por la inspiración siempre 🙂
Sandra Ribas says
Hola Hana!! Me ha encantado tu post porque me ha recordado que NO debo dejar de ser yo misma para conseguir la vida que quiero, a veces el miedo me impide decir lo que pienso y actuar como me gustaría, queremos aparentar fortaleza para que no nos hagan daño…pero poco a poco voy encontrándome mas comoda, mas tranquila, mas feliz cada vez que intento dar ese salto, porque pase lo que pase como tu dices, siempre gano por el simple hecho, de que ya no me convence nada la idea de no intentar cualquier cosa!!
Hana says
Muy bien dicho Sandra!!! Y en el ir poco a poco está la clave así que, ya que has empezado, sigue siempre hacia adelante. Porque quizá no consigas llegar al otro lado en las primeras veces de ese salto pero terminarás consiguiendolo con perserverancia y compromiso. Un beso!!
Pak Escudero says
La ausencia de miedo es el primer paso para alcanzar la felicidad…
desconocida says
Si no tuviera miedo gastaría mi dinero en lo que se me diera la gana en lo que me gusta y hace feliz y no solamente en lo que necesito, Si no tuviera miedo le habría hablado a ese chico guapísimo que ví en el transporte colectivo hace algunos meses,no lo habría dejado ir y creo que ya hasta estaría casada con él,mínimo ya sería mi novio.Aprendería griego aún sabiendo que eso no me sirve de nada. Dejaría de trabajar durante cuatro meses para dedicarme a ser estudiante de idiomas otra vez y dedicarme a embellecer mi cuerpo,serían cuatro meses solamente para mí dedicados a mí y al placer dedicados al ser y no al deber ser,dedicados a ser y no a tener.En conclusión si no tuviera miedo me dedicaría a ser libre completamente libre en todos sentidos y aspectos de mi vida, si no tuviera miedo sería libre y por lo tanto feliz porque para mí la felicidad está compuesta de salud y libertad. Tal vez tome esas vacaciones de 4 meses…voy a descansar del miedo…
begoña says
Mi vida es puro miedo. Todo lo vivo con una inmensa ansiedad y es debida a ese miedo. Estoy lejos de ser libre, de momento… lo intento, si y los fracasos en vez de tomarlos como aprendizajes… los tomo como acúmulo de más miedo….
Hoy voy a intentar hacer algo que me de miedo… y no estoy hablando de ver una peli de miego… voy a intentar serenar un dia y vivir consciencia de cada momento… pillarme en los juicios y malos pensamientos que me crean ese miedo a vivir.
Gracias Hana, un abrazo.
sara says
si no tuviera miedo ……. dejaría todo y me iría a otro país a buscar a esa persona que me dejo huella ……..
Miguel says
Yo lo tengo clarísimo. Jajaja
Si no tuviera miedo cargaría mi coche con postes de acero galvanizado, me hiria a un monte del que estoy enamorado desde pequeño y cercaría allí junto al rio, que cae en cascada entre las montañas, mi propiedad. Mia. Ese es el «verdadero yo.». Aquel al que yo mismo dispongo un territorio para ser y no otro. El que sabe que de una tierra yerma podría hacer bajar en cielo a sus pies. Y que esa capacidad es todo cuanto tiene y cuanto lo hace humano.
Mi miedo por tanto es un miedo real. No puedo actuar un día sin miedo y no esperar represalias. Multas. Detenciones, Antecedentes penales. Prisión. Que todo el mundo te llame marajeta.Que digan que te has vuelto loco. Pero no loco simpatico. Sino loco loco de verdad. No son represalias figuradas que estén en mi mente y de las cuales solo yo tenga la llave. No. No. Es una prisión real. Y eso es para mi es «el miedo» (una imposición) y no puedo deshacerme de esa imposición,
Y no estoy hablando en sentido figurado, es que es lo que haría.
Yo cuando tenía 18 años y la vida me rebosaba por todos los poros del cuerpo, el no hacer algo así me quemaba por dentro.
El ir al campo y decir: ¡¡ Ostía tú, yo aqui veo una casa de madera, con el techo de brezo, una chimnea al Norte, las vides al Sur, el jardin al Este y veo unas vacas y veo un huerta y gallinas… y mi vida aqui rodeado de toda esta belleza, esto es la vida que yo quiero. No quiero más vida que esta.. Y no poder….
Tener que volverme a casa y tener que buscar en un periodico de mierda un trabajo de mierda, odioso a más no poder con el que ganar un dinero que ni siquiera es suficiente como para mantener mi existencia en condiciones de miseria. Ni siquiera en regimen de «simple humanité».
Verte privado de esa posibilidad tan real y tan inmediata y además que te nieguen la simple humanité, que ya eso te pone contra las cuerdas totalmente…. joder, te deja en una posición muy chunga contigo mismo.
ANDREA DE LEON says
una vez lei algo que me abrio mucho la cabeza: el miedo NUNCA es a lo Desconocido, el miedo es ESO que sentimos ante la posible repeticion de una experiencia que nos ha dejado una huella de sufrimiento.
entonces el proceso seria algo asi: Siento el miedo, lo detecto y me pregunto «miedo a que?»
Muchas veces ante esta pregunta, aparece en seguida el anclaje, otras debemos seguir preguntandonos…..