Cualquier cosa que estés haciendo en este momento, te resulte agradable o no, es lo que más deseas estar haciendo en este momento. Cualquiera que sea la vida que lleves, te haga feliz o no, es la vida que siempre has querido llevar. Punto pelota.
¡Vaya! Menuda declaración. Pues no solo es sólo toda una declaración sino que yo lo considero, además, un manifiesto…y una verdad como un puño. Todo lo demás son excusas. A veces malas.
Y entonces puede ser que discrepes: «pues es que yo siempre he querido estar más delgada y no lo estoy. Y es lo que más deseo en el mundo porque pienso en ello todo el tiempo»
Noooope.
Antes de que empiece a caerte mal, déjame que me explique.
Efectivamente, tú puedes querer con todas tus fuerzas estar más delgada. No lo dudo. Pero ten en cuenta que no sólo tienes un objetivo; tienes decenas de ellos. Así que se podría decir que nuestras circunstancias actuales son la suma y el resultado de todos nuestros objetivos (conscientes e inconscientes) → no sólo de ese súper mega objetivo que nos va a hacer increíblemente felices. Objetivo que, por cierto, siempre suele estar rascándonos detrás de la oreja y con el cual parece que nunca vemos el momento de ponernos EN SERIO.
Pero vamos al grano de este súper gran objetivo.
Resulta que llevas tiempo queriendo perder los kilos que ganaste con el embarazo, o montar tu propio negocio, o empezar a hacer algo de ejercicio, o pasar más tiempo con tus hijos, o terminar una relación que te sabes que destroza. ¡SI! ¡Eso es lo que quieres! Si lo quieres y lo desas tanto, ¿por qué no lo has conseguido todavía?
La respuesta:
No lo has conseguido porque entre tú y ese objetivo había ALGO que querías evitar a toda costa. Y el evitar ESO tenía más peso y fuerza que conseguir el objetivo en sí.
¿Tiene sentido? Te pongo un ejemplo. Bueno, mejor dos:
1er EJEMPLO
Quieres perder los kilos que se han quedado a hacerte compañía desde el embarazo. ¿Que tendrías que hacer para llegar a tu objetivo?
– Ir al gimnasio 3 veces por semana
– Eliminar el picoteo y la comida emocional
– Cambiar hábitos
– Comer mucha fruta y verdura
– Pedir sólo agua en los bares y ensalada en la pizzería
– Y en Navidad, nada de turrón
– Etc…
¿Por que no has perdido todavía esos kilos? Ahí lo tienes. Porque significaría salir de tu zona de confort y realizar cambios y no quieres ESO. Porque en realidad, si lo pones en una escala, gana el turrón.
2do EJEMPLO
Digamos que tu objetivo es trabajar desde casa en tu propio negocio. ¿Qué tendrías que hacer para llegar a tu objetivo?
– Aprender cosas nuevas que pueden resultar complicadas
– Cambiar hábitos
– Generar nuevos contactos
– Trabajar en tus ratos libres
– Conseguir clientes
– Arriesgarte a fracasar
– Etc…
De nuevo nos encontramos con muchos pasos que preferimos evitar porque supondrían un gran salto fuera de nuestra zona calentita de confort. Y como estamos tan agusto, nos da pereza sacar un pie fuera no se nos vaya a enfríar.
Como veis, en ambos casos pesa más lo que queremos evitar que la consecución del objetivo. Peeeeeero…no todo son malas noticias; resulta que cambiar este patrón ¡es fácil! En otro post, os explicaré cómo…
Por cierto ¿te has sentido reflejada en alguno de estos procesos? 😉
¡GO!
Mariana says
Hay Hanna, como no sentirse reflejada, creemos o nos queremos hacer creer que estamos muy bien en nuestra zona de confort, cuando realmente lo que no podemos afirmar es que tenemos miedo de dar ese PRIMER PASO…
Pero no me dejes con las ganas de leer el proximo post, como hacer para subir un escalon.
Un abrazo
Hana says
Mariana!! Te prometo que a mas tardar lo escribo la semana que viene. Es que tengo pendiente también el escribir el post sobre la alternativa a ganar dinero con el blog sin utilizar publicidad. Este va a ser un post genial en el que voy a hablar sobre la creaciónd de valor en nuestras vidas.
Puf, y también tengo que hacer los videos de los mapas mentales y Evernote para la comunidad….madre míaaaaaaa!!
Por cierto, Mariana, cuando respondas con un comentario, sin mantienes clickada la casilla de CommentLuv debajo del recuadro del comentario e introduces en la casilla correspondiente la url de tu blog, automáticamente saldrá el ultimo post que has publicado. De este modo, todos los visitantes a mi blog podrán conocer el tuyo y el de cualquier persona que comente.
Un besote!
May says
Verdad verdadera. La zona de confort es taaaaaan calentita…
Cambiar hábitos es fundamental, y ser constante, vamos pasito a pasito…
Hana says
Efectivamente May, en los dos ejemplos que he puesto, hay un denominador común;
– Cambiar de hábitos
En esto me centraré en el post siguiente que escriba sobre este tema. Mientras tanto, vamos sacando el pie poco a poco 😉
Yaiza says
Pues muy cierto sisi! Y lo peor de esto, es que no nos paramos a reflexionar sobre como de verdad y enserio podemos conseguir nuestro objetivo. No, en vez de eso malgastamos el tiempo quejándonos y lloriqueando de lo que no tenemos o no podemos conseguir, cuando el problema es que en verdad, no queremos conseguirlo (el subconsciente es muy cabroncete eh). A mi personalmente lo que me pasa es que tengo una lista enorme de cosas que quiero hacer, aprender, conseguir… Y no doy encontrado el tiempo para todo, y me agobio muchísimo al ver que no avanzo nada en lo que quiero jops. Un besiño!
Hana says
Si, si, Yaiza!! Yo a veces flipo de cuando empiezo a posponer alguna tarea SUPER IMPORTANTE. Y me hago la remolona, y cualquier otra cosa es buena para no ponerme con ella: y cuando me doy cuenta me da la risa porque clarísimamente lo que intento es no enfrentarme a esa tarea que es un reto, que me hace salir de mi zona de confort, que me da incluso miedo…
En tu caso ¿has intentado priorizar? Está claro que con la vida que llevamos, siempre con la lengua fuera, no podemos con todo, pero el hecho de priorizar nos quita mucho peso de encima…
Otro besiño para ti guapa y gracias por tu comentario 🙂
Sara says
Totalmente de acuerdo! Lo que pasa es que es difícil, muy difícil, salir de esa zona de confort, y doloroso darse cuenta. Por eso ponemos las causas de nuestro " fracaso" en factores externos, muchas veces, incluso, en las personas que nos rodean, en lugar de buscarlas dentro de nosotros mismos. Y cuando realmente aceptamos esto, es cuando nos damos cuenta de que los beneficios que conseguimos con el cambio compensan con creces las dificultades o sacrificios que hayamos tenido que sortear. Y que la superación de esas dificultades, además, nos ha enseñado mucho sobre nosotros mismos.
En ese proceso me encuentro ahora mismo, y espero que ya durante toda mi vida. Un besazo!
Hana says
Que bueno tu comentario Sara!! Desde luego que has tenido que hacer un buen trabajo de introspeccion, porque tus conclusiones son brillantes!!
Yo añadiría que el problema a veces es que, aunque nos demos cuenta de los beneficios que conseguimos con el cambio, el hueso más duro de roer está en cambiar los habitos que nos llevarán a ese cambio. Somos animales de costumbres y esa es nuestra cruz.
Coincido contigo que es un proceso revelador y que te quita mucho peso de encima…aunque también te da muchísima responsabilidad: la responsabilidad de saber que tú eres el propio creador de tu destino.
Otro besazo para ti guapa y a por todas!!
Isabel says
Hana,
Has explicado muy claramente la situación en que nos encontramos muchas personas. Es duro reconocerlo, pero es cierto: estamos donde queremos estar. Quejarse sin más, no solucionará nada. Debemos cambiar el chip y empezar a movernos, sino todo seguirá igual. Admitirlo ya es un paso, lo complicado será ir más allá. Espero tu siguiente post para activarme un poco.
Por mi parte, me siento bastante identificada con el segundo ejemplo. Hace tiempo que quiero cambiar de trabajo, dedicarme a algo que realmente me guste y me llene, pero no hago nada por conseguirlo porque no sé que hacer.
Gracias por motivarnos.
Un abrazo
Hana says
Gracias por tus palabras Isabel! Y te diré que yo también me siento identificada con tus palabras porque durante muuuuucho tiempo también tuve la sensación de que sabía perfectamente lo que NO quería en mi vida, pero no tenía ni idea de lo que quería.
Ya que tu te sientes así y me gustaría ayudarte con mi experiencia, abriré una categoría en el blog dedicada a contar un poco como he encontrado yo mi camino.
Un abrazo!
Isabel says
Muchas gracias Hana! Me reconforta saber que has pasado por la misma situación porque seguro que comprendes lo que se siente. Compartir tu experiencia puede ayudarnos a los que estamos algo perdidos a encontrar nuestro propio camino.
Gracias por ser tan generosa.
Un abrazo
Un abrazo.
Diego CP says
Cuanto más reflexiono sobre el ser humano más básico me parece, nos creemos seres superiores evolucionadísimos y modernisimos con capacidades ultrasónicas cuando en verdad somos unos "animalitos" cortados por el mismo patrón intentando despertar de nuestro profundo letargo. Somos débiles de voluntad, con los mismos problemas para focalizar nuestras metas y proceder a cumplirlas; nos pensamos que lo todo lo sabemos y que controlamos cada movimiento de nuestra vida para conseguir lo que queremos y al final como bien dices: la comodidad de lo conocido, la costumbre y el miedo son nuestros guías más fieles.
Hay que despertar ya!! Supongo que lo de salir de la zona de confort será cuestión de práctica, pero hasta practicar cuesta!
Espero tu proximo post con ganas 🙂
Un beso
Hana says
Tienes razón Diego en que lo más difícil siempre es cambiar de hábitos. Hay una frase que dicen en Estados Unidos que habría que grabarla en piedra y enmarcarla: Old Habits Die Hard. Pues eso, que nos cuesta horrores cambiar aquello a lo que ya estamos acostumbrados.
Y hace poco leí un artículo que me puso los pelos de punta. Decía que el 98% de lo que hacemos ¡¡e incluso pensamos!! en un día es exactamente igual que lo que hicimos y pensamos el día anterior, y será exactamente igual de lo que haremos y pensaremos al día siguiente. ¿Que significa esto? Pues creemos que somo libres y es todo lo contrario: somos unos "jodidos" (hablando pronto y mal) robots…
Y bueno, salir de la zona de confort es más una cuestión de decisión que de práctica. Y aquí nos encontramos de nuevo con nuestro amigo el MIEDO. Una buena forma de saber cuando estamos resistiendonos a salir de la zona de confort es detectando cuando sentimos miedo a hacer algo…. ¿notas en algun aspecto de tu vida este proceso?
Un abrazo!!
Umaima says
Indeed es totalmente cierto, aunque en mi caso yo no salgo del "confort zone" porque tengo que pensar en las consecuencias y en como podría afectar a mi familia, quizás suene a excusa pero algunas veces es un tema de "no puedo permitirme el salir".
Besucos mil
Hana says
Hello! Bueno, ahora la verdad es que, efectivamente, te resultaría más dificil por los niños, pero hubo otro momento en que te hubiese resultado más fácil y no lo hiciste porque quizá no querías cambiar la forma de vida que tenías, y estabas muy agusto como estabas ¿no crees?
Mua!! 🙂
Meuge says
Total verdad!
Salir de la zona de confort cueeeesta muuuucho….pero a qué cuando lo hemos hecho es cuando nos hemos sentido más tremendamente felices!
Besooss! =)
Hana says
Tremendamente felicies Meuge!! Mua!!
Eva says
acabo de descubrir tu blog y me parece muuuy interesante. el artículo me ha gustado, y es aplicable a un montón de casos, pero no a todos. muchas veces la vida nos pone en situaciones que nosotros no elegimos, y a lo mejor deseamos cosas que no podemos llevar a cabo porque diversos factores nos lo impiden. aunque intentes hacer de las circunstancias un aprendizaje, y aun con ellas, vivir la vida lo mejor posible, no siempre es tan "fácil" como salirse de la zona de confort…
Hana says
Hola Eva! Gracias por tu comentario! 🙂 Está claro que hay cosas en la vida que se nos escapan, pero lo que no se nos escapa es como lo afrontamos.
Como dices, muchas veces la vida nos pone en situaciones que no deseamos y nos sentimos entre la espada y la pared, pero ahí está la voluntad de cada uno para afrontarlo de una manera o de otra.
¿Que opinas tu?
Concha says
Reflejadísima en los dos….Necesito saltar fuera de mi zona de confort, trabajando duro en ello!
Sandra says
¡¡Tremendamente cierto!! Por desgracia, para mí, me he sentido muy identificada, sobre todo con el segundo ejemplo. Llevo una temporada queriendo cambiar de trabajo y… no hay manera, además soy muy, muy insegura… ¿Cuál es el post con la solución para poder cambiar de patrón?
Muchas gracias, Hana!